Diane sigue moviéndose – Razón y reacción

Escucha a Diane y al entrenador Meg aquí:

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A principios de año, les pedí a los entrenadores de la comunidad de Wellcoaches que presenten una lista de diez maneras en las que quieren prosperar en 2009. Diane está lidiando con algunos problemas de salud difíciles y me pidió una serie de sesiones de entrenamiento para trabajar en ella. la salud y la satisfacción de la vida.

En nuestra segunda sesión de coaching, Diane continuó progresando hacia el logro de su visión de bienestar. Al establecer objetivos, compartí con ella que un colega me había inspirado una vez al recordarme que para crear un cambio debemos mantener el impulso. En otras palabras, mientras no nos detengamos, estamos cambiando. Mientras nos estamos moviendo, estamos sembrando las semillas del crecimiento.

Diane gana impulso
Mantener el impulso es una excelente manera de pensar en el logro de los objetivos, sin la presión que con tanta frecuencia nos ponemos a nosotros mismos para ser perfectos, y ayer. Sin embargo, como es común, cuando Diane comenzó a pensar en las acciones que tomaría para conducir hacia su visión, estaba dividida entre dos voces: la voz de la razón y la voz de la reacción.

La voz de la reacción
La voz de la reacción es la que escuchamos cuando finalmente hemos tenido suficiente; cuando decidimos que hoy es el día en que nos haremos cargo de nuestra salud y tomaremos medidas significativas para lograr ese cambio. Es una voz importante que acelera el impulso y las baterías se cargan. Sin embargo, esta es también la voz que nos puede llevar a establecer metas irracionales. Cuando decidimos "el momento es ahora", es muy tentador comenzar con metas que van más allá de nuestras capacidades actuales: cosas como caminar sobre la cinta de correr durante 60 minutos cuando nunca hemos logrado 10 minutos.

La voz de la razón
La voz de la razón es la racionalidad bien intencionada en la parte posterior de nuestras mentes que nos protege del fracaso, pero también puede mantenernos en neutral. ¡Es la tentación de pensar en pequeño en lugar de "ir por ello!" La voz de la razón nos convencerá para que no nos estiremos más allá de la zona de confort y hacia lo desconocido. Nos mantendrá en el sofá y en nuestros hábitos poco saludables.

El punto dulce
¡Pero, un matrimonio entre las dos voces es el punto dulce! Cuando estamos cargados y listos, la temperamental voz de la razón nos impide reaccionar exageradamente con un gran objetivo, preparándonos para el fracaso. Y, cuando nos quedamos quietos por mucho tiempo, la energía de la voz reaccionaria puede ser la chispa que nos pone en movimiento.

La próxima semana, seguiremos explorando las tres claves para establecer objetivos, de modo que usted también pueda encontrar el punto óptimo …