Electroencefalografía cuantitativa en atención de salud mental

Existe evidencia preliminar de la utilidad clínica de un tipo especializado de tecnología de grabación de ondas cerebrales llamada electroencefalografía cuantitativa (QEEG) en la evaluación psiquiátrica.

La actividad anormal de la onda cerebral se identifica a través del monitoreo electroencefalográfico (EEG) y se sabe que ocurre en hasta 40 por ciento de los pacientes deprimidos. Los hallazgos anormales llamados "pequeños picos agudos" a menudo están presentes en pacientes suicidas severamente deprimidos. El análisis de QEEG de pacientes deprimidos unipolares revela típicamente una mayor potencia alfa o theta y una menor coherencia interhemisférica. En contraste, los pacientes deprimidos bipolares a menudo tienen actividad alfa reducida y potencia beta incrementada.

La reducción de la actividad de la onda cerebral alfa y el aumento de la potencia beta son más probables en el trastorno bipolar. Los cambios del EEG frecuentemente asociados con la ansiedad incluyen una disminución de la actividad alfa en la ansiedad generalizada, una mayor actividad theta en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y actividad paroxística en pacientes que experimentan ataques de pánico. Los hallazgos del QEEG pueden predecir las tasas de respuesta diferencial de los pacientes con TOC a los medicamentos convencionales. En una serie, aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes con TOC que exhibieron un aumento de la potencia alfa respondieron a los ISRS, en comparación con el 80 por ciento de los pacientes con TOC con actividad theta aumentada que no respondieron a los ISRS. Los hallazgos anormales del QEEG asociados con otros trastornos de ansiedad son altamente inconsistentes.

El mapeo cerebral neurométrico es un enfoque QEEG especializado que compara las características del EEG del individuo que se evalúa con las bases de datos normativas para la misma edad. El mapeo neurométrico ayuda a aclarar las correlaciones cerebrales funcionales del deterioro cognitivo y brinda información que es útil para planificar protocolos de biofeedback de EEG que abordan tipos específicos de disfunción (ver la discusión posterior sobre la retroalimentación biológica con EEG). El mapeo neurométrico del cerebro se utiliza cada vez más para diferenciar los deterioros cognitivos causados ​​por lesiones en la cabeza, trastornos médicos, demencia progresiva, abuso de alcohol o sustancias, estado de ánimo deprimido y trastornos del aprendizaje.