¿Es un aumento en el individualismo perjudicial para nuestra salud mental?

Un estudio de investigación recién publicado en la revista Psychological Science indica que los norteamericanos se están volviendo aún más individualistas. Más del 40% de los matrimonios ahora terminan en divorcio, y por primera vez en la historia de los Estados Unidos, más del 50% de la población adulta no está casada. Del mismo modo, más de una cuarta parte de los hogares están formados por personas que viven solas, y esta tasa va en aumento.

En relación con esto, ha habido una disminución abrupta en la membresía de organizaciones que tradicionalmente trajeron significado, propósito y oportunidades sociales a las personas y sus comunidades. Esta disminución incluye iglesias, sindicatos y organizaciones fraternales. En palabras del profesor de Harvard, Robert Putnam, cada vez más personas son 'Bowling Alone'.

Paralelo a este declive ha habido un aumento masivo en el uso de las redes sociales, así como un aumento en el uso de juegos de computadora y otras actividades solitarias relacionadas. Todo esto significa menos tiempo para socializar y más tiempo solo.

Esto es preocupante dado que la investigación muestra consistentemente que el apoyo social y los vínculos sociales protegen la salud mental individual, especialmente frente al estrés agudo y crónico. Por ejemplo, la investigación clásica de los sociólogos británicos Brown y Harris ilustra cómo el apoyo social puede ayudar a prevenir la aparición de un episodio depresivo. Esto es especialmente así cuando se enfrentan a eventos particularmente dañinos como el desempleo, el divorcio y el duelo.

Otros investigadores han vinculado las tasas cada vez mayores de trastorno de estrés postraumático (TEPT) a los factores sociales. El psiquiatra irlandés Dr. Patrick Bracken sostiene que el impacto de los eventos traumáticos estuvo históricamente amortiguado por amplios apoyos sociales y rituales comunitarios curativos. Por ejemplo, los soldados que regresaban de las guerras mundiales eran rutinariamente tratados como héroes por sus familias, sus comunidades y la sociedad en general. Esto se plasmó en programas gubernamentales, como la creación de la Administración de Veteranos (VA) y el Proyecto de Ley GI. Desde la Guerra de Vietnam, los soldados que regresan han sido tratados de forma más equívoca, lo que hace que muchos se sientan avergonzados, despreciados y abandonados. Este puede no ser un ambiente de sanación ideal después de un trauma.

El creciente individualismo también ha sido implicado en el suicidio. Por ejemplo, un estudio encontró que los distritos con tasas crecientes de suicidio masculino joven también tuvieron el mayor aumento en la proporción de personas que viven solas, así como una proporción decreciente de personas casadas. Este hallazgo es consistente con el trabajo clásico del sociólogo francés Emile Durkheim, que muestra que las personas socialmente integradas tenían tasas más bajas de suicidio en comparación con las personas socialmente aisladas. Este aislamiento social puede ser dolorosamente agudo, como se muestra conmovedoramente en el cortometraje a continuación.

Por estas razones, muchas intervenciones de salud mental intentan prevenir y disminuir el aislamiento mediante la integración de personas con enfermedades mentales en entornos comunitarios. Estos incluyen intervenciones eficaces como alcoholismo anónimo, empleo con apoyo y comunidades terapéuticas. Estas intervenciones podrían considerarse intentos de reconstituir redes sociales y comunitarias útiles que pueden faltar en las vidas de las personas con enfermedades mentales.

Desde una perspectiva de salud mental, el creciente individualismo reportado en la revista Psychological Science es inquietante. La investigación de salud mental acumulada indica que el apoyo social, los vínculos sociales y la integración comunitaria actúan para amortiguar las enfermedades mentales y mejorar la salud mental. Por el contrario, el individualismo intenso puede conducir a un mayor aislamiento, más soledad y más alienación.

¿La conclusión? La actividad social es buena para tu salud mental. Evítalo a tu propio riesgo.