Escucha a tu corazón

Comencemos con un ejercicio divertido: adopte una posición de descanso, como sentarse cómodamente en una silla o tumbado boca arriba. Permanezca quieto por un minuto o dos y respire de manera pareja hasta que su cuerpo esté tranquilo y se sienta relajado. Ahora concéntrate en tu latido del corazón. Sin verificarlo manualmente, intente y sienta que su corazón late dentro de su pecho. ¿Eres capaz de sentir la señal interna?

Algunas personas son mejores que otras en esta tarea, y si eres capaz de percibir bien el latido de tu corazón, es probable que tengas una alta precisión interoceptiva. En este artículo, describiré cómo la precisión interoceptiva da forma a las experiencias emocionales, cómo va mal en el autismo y la alexitimia, y cómo podría contribuir a la inteligencia emocional, la empatía y la resistencia al estrés.

La sensibilidad interoceptiva generalmente se conoce como la capacidad de sentir las señales internas de nuestro cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la respiración y las funciones gastrointestinales.

John Campbell/flickr
Fuente: John Campbell / flickr

Sarah Garfinkel y sus colegas (Garfinkel et al., 2015) describieron recientemente una serie de métodos para medir las habilidades interoceptivas de las personas en el laboratorio de ciencias. Una medida es la tarea de contar latidos del corazón (Schandry, 1981). De manera similar al ejercicio anterior, a las personas se les pide que cuenten en silencio los latidos de su corazón durante una duración variable de 30 segundos a 1 minuto. Mientras tanto, un oxímetro de pulso conectado a su dedo índice rastrea el latido del corazón real del individuo. Cuanto mayor sea la superposición entre los latidos cardíacos percibidos y reales de las personas, mejor será su precisión interoceptiva.

Una segunda medida de la interocepción es la tarea de detección del latido cardíaco (Katkin et al., 1983). Aquí, las personas reciben tonos auditivos que se desencadenan por los latidos de sus corazones y se reproducen con los latidos del corazón o ligeramente desfasados ​​(~ 500 ms). La tarea del participante es juzgar cuándo los tonos son sincrónicos con los latidos de su corazón. De nuevo, una mayor precisión en esta tarea indica una mejor precisión interoceptiva.

¿Cómo la exactitud interoceptiva da forma a nuestras emociones?

Los estudios han demostrado que aquellos que son más capaces de detectar sus señales corporales internas (es decir, que tienen una mayor precisión interoceptiva) tienden a ser más emocionales. Por ejemplo, un estudio (Wiens et al., 2000) utilizó clips de película emocionalmente excitantes que desencadenaban miedo, enojo o diversión y les pidió a los participantes que calificaran la intensidad con que las películas los hacían sentir. Aquellos que obtuvieron buenos resultados en la tarea de detección de latidos calificaron las películas emocionales como más intensas que los detectores de latidos cardíacos pobres. El argumento es que las personas que son más sensibles a sus estados internos de excitación corporal experimentan emociones con mayor intensidad que aquellos que son menos sensibles a sus señales corporales.

Otros estudios han demostrado un vínculo entre la interocepción y la ansiedad: dado que las personas con buena interocepción tienden a ser más sensibles a sus sentimientos, a menudo puntúan más alto en los síntomas de ansiedad (Pollatos et al., 2007; Dunn et al., 2010).

Por otro lado, en condiciones en las que las experiencias emocionales se mitigan (como en la alexitimia o el autismo), la interocepción se ve afectada. Las personas con alexitimia, por ejemplo, se caracterizan por tener dificultades para describir e identificar sus propias emociones. Como era de esperar, estas personas empeoran en la tarea de conteo de latidos del corazón, lo que indica que las habilidades interoceptivas más pobres se relacionan con mayores dificultades en el procesamiento emocional (Herbert et al., 2011).

Del mismo modo, las personas con autismo son conocidas por sus problemas en la regulación de las emociones, el reconocimiento de las emociones en los demás y el aumento de los niveles de ansiedad. Recientemente, Sarah Garfinkel y colegas (Garfinkel et al., 2016) demostraron que los autistas tienen un rendimiento bajo en la tarea de conteo de latidos cardíacos cuando se compara con una muestra de control saludable. Curiosamente, sin embargo, cuando a los participantes se les pidió que calificaran subjetivamente sus habilidades interoceptivas en un cuestionario, las personas con autismo se creían mejores que los controles. En otras palabras, hubo un desajuste entre el rendimiento real de su tarea (medida objetiva de la intercepción) y sus experiencias subjetivas de intercepción.

El Dr. Garfinkel explica que "la falta de correspondencia entre el rendimiento interoceptivo objetivo, como la precisión del recuento de latidos del corazón, y la experiencia subjetiva de las señales corporales internas es lo que podría engendrar ansiedad en las personas con autismo". De hecho, descubrió que aquellos individuos autistas que mostraban el mayor desajuste entre la sensibilidad interoceptiva objetiva y subjetiva puntuaban más alto en ansiedad y menor en sensibilidad emocional.

Representaciones cerebrales de la intercepción y el procesamiento emocional

El trabajo de Hugo Critchley y sus colegas (Critchley et al., 2004) ha demostrado que los niveles de sensibilidad interoceptiva se pueden rastrear en el cerebro, en un área llamada corteza insular. Los participantes recibieron la tarea de detección del latido del corazón mientras estaban acostados en un escáner de resonancia magnética. Aquellos que obtuvieron buenos resultados en la tarea no solo mostraron una mayor activación, sino que también tuvieron un mayor volumen de materia gris en la corteza insular.

Volviendo a las emociones, el estudio de Critchley descubrió además que las personas que puntuaban más alto en un cuestionario de ansiedad tenían más activación de la corteza insular mientras realizaban la tarea de detección del latido cardiaco.

La corteza insular se ha convertido desde entonces en un centro cerebral involucrado en la evaluación de nuestras sensaciones corporales internas, que luego da lugar a experiencias emocionales (Terasawa et al., 2013). En consecuencia, el daño a la corteza insular puede provocar déficits de procesamiento emocional similares a los de la alexitimia (Hogeveen et al., 2016).

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¿Cuáles son los efectos positivos de la precisión interoceptiva?

Hasta ahora, hemos visto que las personas con mayor precisión interoceptiva tienden a experimentar emociones más fuertes que aquellos con una peor precisión interoceptiva, que a menudo se asocia con síntomas de ansiedad. Sin embargo, estar en sintonía con nuestras emociones también tiene una serie de efectos positivos.

Tamara Schneider y sus colegas (Schneider et al., 2005) demostraron que las personas que obtuvieron buenos resultados en la tarea de detección de latidos puntuaron más alto en inteligencia emocional (utilizando la prueba de inteligencia emocional Mayer-Salovey-Caruso). Específicamente, una mayor precisión interoceptiva se correlaciona con la capacidad de comprender mejor las emociones y de usar las emociones sabiamente para facilitar el desempeño de la tarea.

El manejo emocional, otro factor de la inteligencia emocional, se correlacionó negativamente con la detección de latidos cardíacos, lo que sugiere que las personas que manejan bien sus emociones y las de otras personas son menos capaces de detectar las señales internas del cuerpo. Una posible explicación de este hallazgo es que el manejo emocional implica mantener la excitación emocional de uno bajo control. De esto se sigue que, si los gerentes emocionales reducen crónicamente sus niveles de excitación, podría ser cada vez más difícil detectar sus señales corporales internas. En este sentido, una precisión interoceptiva más pobre puede interpretarse como un signo positivo de calma emocional.

Otro rasgo positivo relacionado con las buenas habilidades interoceptivas es la empatía. El trabajo de Vivien Ainley y sus colegas (Ainley et al., 2014) mostró que las personas que funcionan bien en la tarea de contar latidos del corazón imitan rápidamente los movimientos de la mano de otra persona que se muestra en la pantalla de una computadora. La imitación y la mímica en contextos sociales reflejan la capacidad de relacionarse con otra persona y es un signo de niveles más altos de empatía.

Finalmente, las buenas habilidades interoceptivas parecen estar relacionadas con una mayor resiliencia al estrés. En un estudio reciente realizado por Lori Haase y sus colegas (Haase et al., 2016), se encontró que los participantes que subjetivamente se calificaron a sí mismos como menos resistentes obtuvieron puntuaciones más bajas en un cuestionario que midió la interocepción. La resistencia se probó luego objetivamente: los participantes usaron una máscara de respiración en un escáner de IRM y la carga de respiración se restringió intermitentemente durante el experimento. Observar los cambios en las regulaciones de la respiración es en sí mismo un ejercicio interoceptivo y puede ser muy estimulante para los más sensibles a las restricciones respiratorias.

Resultó que los participantes que obtuvieron puntajes bajos en intercepción y resiliencia mostraron la mayor actividad en la corteza insular (el área involucrada en la intercepción y el procesamiento emocional) cuando la respiración era restringida, mientras que aquellos con una puntuación alta en intercepción y resiliencia apenas mostraron ningún cambio. Esto sugiere que las personas con buenas habilidades interoceptivas eran más flexibles para hacer frente al ejercicio que induce el estrés.

Conclusión

La precisión interoceptiva, la capacidad de escuchar nuestras señales corporales internas, es una habilidad que a menudo desechamos en nuestra vida cotidiana. Y, sin embargo, tiene grandes implicaciones para la forma en que sentimos y regulamos nuestras emociones. La interocepción tiene una base neural: la corteza insular. La precisión interoceptiva predice actividad en la corteza insular, y las diferencias de activación se relacionan con diferentes niveles de ansiedad, alexitimia y resistencia emocional. Aunque las personas interoceptivas tienden a ser más sensibles a sus sentimientos (más emocionales), pueden beneficiarse de una mayor inteligencia emocional, mayor empatía y una mejor capacidad de resistencia al estrés.

Referencias

Ainley V, Brass M, Tsakiris M (2014) Imitación sincera: la alta conciencia interoceptiva está vinculada a una mayor imitación automática. Neuropsychologia 60: 21-28.

Critchley HD, Wiens S, Rotshtein P, Ohman A, Dolan RJ (2004) Sistemas neuronales que apoyan la conciencia interoceptiva. Nat Neurosci 7: 189-195.

Dunn BD, Stefanovitch I, Evans D, Oliver C, Hawkins A, Dalgleish T (2010) ¿Puedes sentir el ritmo? La conciencia interoceptiva es una función interactiva de las dimensiones de los síntomas específicos de la ansiedad y la depresión. Behav Res Ther 48: 1133-1138.

Garfinkel SN, Seth AK, Barrett AB, Suzuki K, Critchley HD (2015) Conocer su propio corazón: distinguir la precisión interoceptiva de la conciencia interoceptiva. Biol Psychol 104: 65-74.

Garfinkel SN, Tiley C, O'Keeffe S, Harrison NA, Seth AK, Critchley HD (2016) Discrepancias entre las dimensiones de la interocepción en el autismo: implicaciones para la emoción y la ansiedad. Biol Psychol 114: 117-126.

Haase L, Stewart JL, Youssef B, May AC, Isakovic S, Simmons AN, Johnson DC, Potterat EG, Paulus MP (2016) Cuando el cerebro no siente adecuadamente el cuerpo: vínculos entre baja resiliencia e interocepción. Biol Psychol 113: 37 – 45.

Herbert BM, Herbert C, Pollatos O (2011) Sobre la relación entre la conciencia interoceptiva y la alexitimia: ¿la conciencia interoceptiva se relaciona con la conciencia emocional? J Pers 79: 1149-1175.

Hogeveen J, Bird G, Chau A, Krueger E, Grafman J (2016) Adquisición de alexitimia después del daño a la ínsula anterior. Neuropsychologia 82: 142-148.

Katkin ES, Reed SD, Deroo C (1983) Un análisis metodológico de 3 técnicas para la evaluación de las diferencias individuales en la detección del latido cardíaco. Psychophysiology 20: 452-452.

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Schandry R (1981) Heart Beat Perception y Emotional Experience. Psychophysiology 18: 483-488.

Schneider TR, Lyons JB, Williams M (2005) Inteligencia emocional y autopercepción autonómica: las habilidades emocionales están relacionadas con la agudeza visceral. Pers Indiv Differ 39: 853-861.

Terasawa Y, Fukushima H, Umeda S (2013) ¿Cómo interactúa la conciencia interoceptiva con la experiencia subjetiva de la emoción? Un estudio de fMRI. Hum Brain Mapp 34: 598-612.

Wiens S, Mezzacappa ES, Katkin ES (2000) Detección del latido cardíaco y la experiencia de las emociones. Cognition Emotion 14: 417-427.