Explorando el crecimiento post traumático

En los últimos años, hemos escuchado mucho sobre el estrés postraumático, o TEPT, y los efectos negativos que puede tener en la salud y el bienestar general de una persona. El trastorno de estrés postraumático se desencadena en respuesta a experimentar o presenciar un evento traumático, especialmente si ese evento es potencialmente mortal. Esto puede ocasionar recuerdos, pesadillas, ansiedad extrema e ideas incontrolables sobre el evento.

Muchas personas que experimentan o son testigos de un evento traumático y potencialmente mortal pueden tener dificultades para adaptarse o adaptarse durante un cierto período de tiempo, pero, con el tiempo, mejoran. Sin embargo, es probable que los afectados por el TEPT continúen experimentando síntomas negativos durante meses o incluso años. Con un tratamiento adecuado a través de la terapia, es posible controlar los síntomas del PTSD. ¿Qué pasaría si, en lugar de simplemente poner esos síntomas bajo control, fuera posible sacar algo bueno de una situación negativa?

El crecimiento postraumático es el cambio positivo experimentado como resultado de trabajar en una crisis importante o un evento de vida traumático. La idea de que los seres humanos pueden experimentar un cambio positivo en el curso de los desafíos de la vida no es nueva. Ha sido durante mucho tiempo parte de las tradiciones filosóficas, religiosas y espirituales, y regularmente se hace referencia tanto a la literatura clásica como a la moderna. Más recientemente, el pensamiento ha pasado de ser simplemente una idea a ser un estudio sistemático de científicos sociales y profesionales de la salud.

El crecimiento personal que surge del trauma generalmente ocurre en una o más de cuatro áreas diferentes: reconocer nuevas oportunidades y posibilidades que antes no existían; cambios en las relaciones que incluyen tanto el fortalecimiento de las relaciones personales, como el sentirse más conectado con la comunidad en general; una mayor sensación de poder personal y la sensación de que "si puedo superar esto, puedo superar cualquier cosa"; una mayor apreciación de la vida.

Es importante tener en cuenta que, aunque cada uno de nosotros manejará el estrés de los eventos traumáticos de manera diferente, la incomodidad que experimentamos frente a ellos es normal. Aunque podemos crecer como resultado de trabajar en esos eventos, eso no significa que no experimentaremos sufrimiento en el proceso. Si bien, en algunos casos, la carga es la bendición, sin reconocer que la carga sigue siendo una carga, corremos el riesgo de ignorar nuestros verdaderos sentimientos.

El crecimiento postraumático no es una experiencia universal, pero en el entorno de asesoramiento adecuado se nos presenta la oportunidad de transformar una experiencia negativa en algo con, al menos en parte, un resultado positivo.

© 2015 Michael J. Formica, Todos los derechos reservados