Guía de 10 pasos para hacer que las resoluciones de su nuevo año se mantengan

Una de las principales razones por las cuales las resoluciones de Año Nuevo a menudo se olvidan antes de que se acabe el mes de enero es que con frecuencia requieren un cambio de hábito.

Y los hábitos, sin las técnicas correctas, son muy resistentes al cambio, como explico en mi nuevo libro " Haciendo hábitos, rompiendo hábitos ".

Pero debido a que los hábitos funcionan de manera inconsciente y automática, podemos aprovechar nuestro piloto automático incorporado para obtener los cambios que queremos.

Así que aquí está mi guía rápida de diez pasos para hacer esas resoluciones de Año Nuevo, en base a los cientos de estudios de psicología que cubro en el libro.

1. Para grandes resultados, piense en pequeño

El error clásico que las personas cometen al elegir las resoluciones de Año Nuevo es morder más de lo que pueden masticar. Incluso con la ayuda de los psicólogos, a las personas les resulta difícil hacer cambios relativamente modestos. Así que elija algo que tenga una posibilidad razonable de lograr. Siempre puede ejecutar el proceso de nuevo para otro hábito una vez que el primero se ejecuta sin problemas.

2. contraste mental

Elegir lo que debe cambiar sobre usted y apegarse a él no es fácil. Sin embargo, hay un método que puede usar para ayudar a clasificar las buenas ideas y las malas, y para ayudar a aumentar su compromiso.

El contraste mental se describe con más detalle aquí, pero en esencia se trata de contrastar los aspectos positivos de su cambio con las barreras y dificultades que enfrentará. Esto te ayuda a ser más realista sobre lo que es posible.

Las investigaciones han descubierto que seguir este procedimiento hace que las personas sean más propensas a abandonar planes que no son realistas, pero también se comprometen más firmemente con los planes que pueden hacer.

3. Haz un plan 'si-entonces' muy específico

Los tipos de planes para el cambio que las personas hacen espontáneamente son vagos: cosas como: "Seré una mejor persona" o "Este año me pondré en forma".

Estos son buenos objetivos generales, pero es mucho mejor hacer planes realmente específicos que vinculen situaciones con acciones. Por ejemplo, podría decirse a sí mismo: " Si tengo hambre entre las comidas, entonces comeré una manzana". Cuando se repiten, este tipo de acciones lo ayudarán a alcanzar sus objetivos generales.

Hablo más en mi libro sobre cómo hacer este tipo de planes. Los detalles son realmente importantes.

4. Repita

Los hábitos se acumulan repitiendo la misma acción en la misma situación. Cada vez que lo repites, el hábito se vuelve más fuerte. Cuanto más fuerte se vuelve, es más probable que lo realices sin tener que hacerlo conscientemente.

Entonces, ¿cuánto tardará en formarse el hábito? Bueno, depende del hábito que hayas elegido y de tu personalidad. La idea de que siempre son 21 días es demostrablemente incorrecta.

5. Ajustar

Todos somos diferentes, entonces lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. El cambio de hábito no es diferente. Si su plan muy específico parece estar fallando después de un tiempo, o no se siente bien, entonces puede necesitar un ajuste. Pruebe una hora diferente del día o realice el hábito de una manera diferente.

El cambio de hábitos necesita autoexperimentación. ¿Hay algún ajuste en su entorno que pueda hacer? Aquellos que tratan de cambiar los hábitos alimenticios pueden intentar comprar platos más pequeños, poner frutas en el mostrador y evitar las cenas de televisión.

6. No suprimir …

Algo extraño sucede cuando tratamos de suprimir los pensamientos: vuelven más fuertes. Resulta que la supresión del pensamiento es contraproducente. Lo mismo con los hábitos: si tratas de apartar de la mente la idea del pastel, de repente estará en todas partes.

7. … en lugar de reemplazar

Los hábitos no se pueden matar. Es como el viejo dicho de que nunca olvidas cómo andar en bicicleta. Los viejos hábitos yacen allí en el fondo de tu mente esperando ser identificados por situaciones familiares.

Es mucho mejor planificar un nuevo buen hábito para reemplazar el mal viejo. Intenta aprender una nueva respuesta a una vieja pista familiar. Por ejemplo, si la preocupación hace que te muerdas las uñas, entonces, cuando te preocupes, haz algo más con tus manos, como hacer una bebida caliente o garabatear.

8. Protégete

Al principio habrá una competencia entre los viejos y los nuevos hábitos. Esto es normal. Intente advertir o anticipar cuáles serán los puntos de peligro mental y planearlos.

Por ejemplo, es posible que desee levantarse más temprano, pero sepa que se sentirá perezoso cuando se despierte. Planea pensar en algo que te haga saltar de la cama, como una actividad que estás esperando hacer ese día.

9. Pre-commit

Es más probable que cedamos a los viejos hábitos cuando estamos cansados, bajos y con hambre. Así que pre-comprométase con su nuevo hábito cuando su autocontrol sea fuerte.

Por ejemplo, elimine toda la comida y bebida no saludable de la casa, corte la tarjeta de crédito o déle el controlador de juego a un amigo para que lo guarde. Tener el hábito de planear con anticipación es una de las mejores maneras de mantener sus resoluciones de Año Nuevo.

10. Autoafirmación

Otro truco para aumentar tu autocontrol en el momento es usar la autoafirmación. Esto implica simplemente pensar en algo que es importante para usted, como sus amigos, familiares o un ideal superior. Los estudios sugieren que esto puede aumentar la fuerza de voluntad mermada, incluso cuando tus ideas no están conectadas con el hábito que estás tratando de engranar.

El hábito del cambio de hábito

Una vez que haya arraigado con éxito un nuevo hábito modesto, es hora de volver al principio, elegir un nuevo hábito para trabajar y comenzar de nuevo.

Este es el mejor y más sostenible camino hacia la auto-reinvención: olvídate de despertar mañana a una persona totalmente diferente. En lugar de ir poco a poco, paso a paso, y finalmente llegarás allí.

Olvídate de todo eso, la tortuga.

Crédito de la imagen: Flood G