Insomnio y depresión: ¿causa contra efecto?

La importancia del sueño de calidad no puede ser exagerada. Podría decirse que el sueño es el aspecto más importante para mantener una mente y un cuerpo saludables. Sin embargo, 18 millones de estadounidenses sufren de insomnio y alrededor de 9 millones de estadounidenses toman pastillas para dormir. La mayoría de las personas no considera el insomnio como un problema de salud, por lo que generalmente no visita a un médico para llegar a la raíz del problema. En cambio, recurren a la farmacia.

El insomnio se define como la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante un período de tiempo adecuado durante al menos un período de tres meses. Esto puede causar y agravar una amplia gama de problemas tanto físicos como mentales. La falta de sueño reparador a largo plazo se ha asociado con presión arterial alta, ansiedad, úlcera péptica, enfermedad cardíaca e incluso la capacidad de combatir el cáncer. Y se cree que estos son solo la punta del iceberg a medida que la investigación continúa.

La depresión y el insomnio a menudo se acompañan entre sí, y hasta hace poco, el insomnio se consideraba simplemente un síntoma de depresión. El pensamiento convencional era que si trataba la depresión, el insomnio desaparecía.

Ahora, una nueva investigación indica lo contrario. La correlación entre la depresión y el insomnio es compleja, pero con estudios recientes, estamos aprendiendo que la depresión en realidad podría ser causada por el insomnio. Dado que los trastornos del sueño se han convertido en una especialidad, se están realizando más estudios sobre la tensión y la destrucción que la pérdida continua del sueño puede tener en la mente y el cuerpo.

La buena noticia es que un nuevo tratamiento para el insomnio, la terapia cognitivo-conductual para el insomnio, o CBT-I, promete no solo ser una alternativa efectiva a inyectar más píldoras inductoras del sueño, sino también como un tratamiento para la depresión.

El objetivo de CBT-I es cambiar los hábitos de sueño y los horarios que, sin saberlo, pueden promover el insomnio. CBT-I consiste en visitas semanales a un médico que, después de administrar las evaluaciones del sueño y evaluar el diario de sueño de un paciente, comienza las sesiones para cambiar los hábitos de sueño negativos.

Este cambio de hábitos puede ser desde eliminar las siestas y no hacer ejercicio por la noche hasta evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco antes de acostarse. ¿Tienes problemas? Quién no? CBT-I enseña a un insomne ​​a no estresarse por estos problemas antes de acostarse, lo que garantiza que lo mantendrá despierto.

Con el tiempo, se aprenden buenos hábitos y se eliminan los malos hábitos. También enseña cómo configurar un espacio para promover una buena noche de descanso, como asegurarse de que la habitación esté oscura y fresca y solo usar la habitación para dormir y el sexo. El objetivo de CBT-I es personalizar los hábitos de estilo de vida y la configuración de la sala para cada paciente individual para lograr resultados máximos.

Ahora, mientras CBT-I está demostrando ayudar a muchos con sus problemas de sueño, los médicos esperan que esta terapia también sea un gran avance para ayudar a millones de personas que sufren de depresión. Un estudio de la Universidad Ryerson descubrió que el 87 por ciento de los pacientes que superaron el insomnio también experimentaron una disminución en la depresión. Un estudio comparable de Stanford está en curso. Dijo el autor principal de Ryerson: "Por la forma en que se desarrolla esta historia, creo que debemos comenzar a aumentar el tratamiento estándar para la depresión con una terapia centrada en el insomnio".

CBT-I está revolucionando no solo el tratamiento del sueño deficiente sino también la forma en que vemos la causa y el efecto del insomnio frente a la depresión. El insomnio se está volviendo mucho más problemático de lo que podríamos haber imaginado y los beneficios para la salud de una buena noche de sueño pueden representar una nueva frontera en el mundo de la medicina preventiva.