La creencia en el libre albedrío como predictor de éxito en el autocontrol

¿Qué sucede cuando la creencia de las personas en el libre albedrío se ve sacudida?

El libre albedrío (libertad de elección) se define generalmente como la capacidad de elegir entre cursos de acción alternativos. Y esta creencia le da a las personas un mayor sentido de agencia y responsabilidad por sus acciones. Lanzar dudas al libre fomentará el instinto impulsivo. La visión determinista disminuye la capacidad de uno para superar los deseos y deseos internos (autocontrol).

El autocontrol generalmente se refiere a la capacidad de regular los pensamientos, las emociones y el comportamiento administrando los impulsos y deseos naturales. El autocontrol exitoso depende en parte de creer que uno es capaz de autocontrol. Aquellos que creen en el libre albedrío tienden a mostrar una mayor capacidad de autocontrol (Feldman, 2017).

El autocontrol es una forma importante de lo que las personas entienden como libre albedrío, y el buen autocontrol ayuda a superar el fuerte deseo y a abandonar una adicción. Y las personas que no usan el autocontrol sufren de muchos malos resultados (p. Ej., Adicción, deudas, violencia, fracaso académico y postergación).

La gente a menudo afirma que no tiene el control total de su propio comportamiento. Creen que sus esfuerzos no harán ninguna diferencia. Atribuyen sus fallas, por ejemplo, a angustia emocional, provocación externa y otros factores. Por ejemplo, las personas pueden creer que los genes predeterminan sus acciones y, por lo tanto, limitan sus elecciones. Una posible razón para la incredulidad es simplemente para sentirse culpable por tomar malas decisiones. Decir “No puedo evitarlo” podría reducir su culpabilidad. En consecuencia, siguen tomando decisiones similares.

Los psicólogos han explorado la cuestión de qué podría suceder si las personas perdieran la creencia en su capacidad de elegir (Baumeister, et al., 2009). Y los resultados revelan que cuando las personas dejan de creer que son agentes libres, actúan con menos responsabilidad y ceden a sus instintos. Por ejemplo, cuando las personas están preparadas para ver el libre albedrío como ilusorio, es más probable que hagan trampa, actúen agresivamente con los demás, y actúen menos amablemente (Vohs y Schooler, 2008).

La fuerte creencia en el libre albedrío está asociada con actitudes más positivas, mejor desempeño laboral y logros académicos. La creencia en el libre albedrío puede hacer que un individuo tenga un mayor nivel de autonomía percibida que puede actuar libremente para lograr objetivos personales y mejorar la calidad de vida. Y esta actitud positiva aumenta el autocontrol (Ryan y Deci, 2000).

La creencia en el libre albedrío puede ser especialmente importante para superar la adicción. Un aspecto clave de todos los tratamientos exitosos es que el adicto debe decidir dejarlo. Y, para que las personas elijan dejar de fumar, deben creer que es posible tomar esa decisión y seguir adelante con ella. Por ejemplo, la evidencia muestra que la creencia de que uno es capaz de dejar de fumar aumenta la velocidad a la que las personas dejan el tabaco y el alcohol (Vonasch, et al., 2017).

La creencia de que uno no tiene libre albedrío contribuye a continuar y entregarse al exceso (Heyman, 2009). Los adictos pueden poner menos esfuerzo en dejar de fumar si creen que les falta la capacidad. Si un adicto cree que es probable que sucumba de todos modos, es menos probable que se resista. En resumen, la creencia en la libre voluntad enfatiza el importante papel de la fuerza de voluntad o el autocontrol en el tratamiento de la adicción.

En resumen, cuando las personas creen en el libre albedrío, se comportan mejor que cuando no creen en él. Aquellos que creen más firmemente en su propia voluntad están más capacitados para aprender de sus errores, en lugar de someterse pasivamente al fracaso.

Afortunadamente, la creencia en el libre albedrío es algo natural para nosotros. La mayoría de las personas tiene un sentido de responsabilidad la mayor parte del tiempo. La incredulidad en el libre albedrío parte de esta norma.

Ver la adicción de esta manera puede alentar a las personas a asumir la responsabilidad de sus propias elecciones y acciones. Por el contrario, ver la adicción determinada por fuerzas que escapan al control de uno puede obstaculizar las capacidades necesarias para lograr la recuperación.

Por supuesto, las elecciones libres requieren habilidades cognitivas, como explorar opciones, evaluar esas opciones, imaginar consecuencias a distancia y tomar decisiones. Sin embargo, la conciencia de que uno puede influir en el destino proporciona la motivación para buscar oportunidades de escapar de la desesperación (Frijda, 2013). La creencia de que no existe el libre albedrío lleva a las personas a dejar de ejercerlo.

Referencias

Baumeister RF, Masicampo E., DeWall CN (2009). Beneficios prosociales de sentirse libre: la incredulidad en el libre albedrío aumenta la agresión y reduce la ayuda. Pers. Soc. Psychol. Toro. 35 260-268.

Frijda, NH (2013). Regulación de la emoción y el libre albedrío En T. Vierkant, A. Clark y J. Kiverstein (Eds.) Descomponiendo el testamento. Oxford: Oxford University Press.

Frijda, NH (2013). Regulación de la emoción y el libre albedrío En T. Vierkant, A. Clark y J. Kiverstein (Eds.) Descomponiendo el testamento. Oxford: Oxford University Press.

Feldman G (2017) Entender la agencia: creer en el libre albedrío como una construcción única e importante. Psicología Social y de la Personalidad Compass, 11, 1-15.

Ryan RM, Deci EL (2000). Teoría de la autodeterminación y la facilitación de la motivación intrínseca, el desarrollo social y el bienestar. A.m. Psychol. 55 68-78.

Vohs KD, Baumeister RF. (2009), Adicción y libre voluntad. Addict Res Theory. 2009 3 de junio; 17 (3): 231-235.

Heyman GM (2017) ¿Los adictos tienen libre albedrío? Un enfoque empírico a una pregunta irritante. Informes de comportamiento adictivo.

Vonasch, Andrew J. y otros, (2017), las personas comunes asocian la adicción con la pérdida del libre albedrío. Informes de conductas adictivas, 56-66.