La imposición de las manos hace un regreso

En su forma de curación, el término "imposición de manos" se basa en el precedente bíblico establecido por Jesucristo. Sin embargo, los sanadores de fe tanto cristianos como no cristianos pondrán sus manos sobre los enfermos y morirán durante las oraciones por la curación. Por supuesto, los cristianos invocarán el nombre y el espíritu de Jesús, el agente metafísico a través del cual ocurrirá la curación de dolencias físicas.

Pero antes de que los practicantes de esa otra religión importante en Estados Unidos -el secularismo- pasen al siguiente blog sobre sexo, permítanme resumir un estudio publicado recientemente en "Annals of Internal Medicine" de este mes que relata el poder curativo de un ser humano tocar a otro.

Aquellos que concibieron este estudio apreciaron el continuo problema de dolor físico y emocional que experimentan muchos pacientes terminales, a pesar del dogma difundido de que el alivio de los síntomas es fundamental para la atención al final de la vida. Por ejemplo, el dolor asociado con el cáncer avanzado puede llevar a una disminución de la funcionalidad, lo que a su vez conduce a una mala calidad de vida; el estrés físico y emocional es reforzado por cada uno.

Se ha teorizado que el masaje puede cortocircuitar este ciclo de estrés y angustia a través de lo siguiente:
1. El efecto nutritivo del terapeuta, que proporciona comunicación y demuestra el deseo de hacer una diferencia.
2. Inducción de la relajación, con circulación mejorada, alivio de los espasmos musculares, que a su vez causa una mayor liberación de endorfinas endógenas.
3. Los estímulos sensoriales competitivos que anulan las señales de dolor (recuerda cómo todos nos frotamos la cabeza cuando lo golpeamos en ese anaquel molesto).

El estudio mostró que el masaje parecía tener un efecto beneficioso inmediato sobre el dolor y el estado de ánimo entre los pacientes con cáncer avanzado. Y tanto el masaje como el "toque simple" (es decir, tocar sin el amasamiento que acompaña al masaje) dieron como resultado mejoras en el dolor y la calidad de vida con el tiempo, sin la necesidad de un aumento en los analgésicos.

Estudios previos sobre el valor del masaje para disminuir el dolor en aquellos pacientes que padecen cáncer han mostrado resultados variables cuando se trata de mejorar el dolor, las náuseas y otros síntomas. Sin embargo, el efecto más consistente del masaje ha sido reducir los niveles de ansiedad experimentados por los pacientes. La ansiedad es una fuerza potente, que a menudo resulta en el aumento del dolor y el sufrimiento. Su alivio es clave en todos nosotros, pacientes con cáncer terminal o no.

Los pacientes con cáncer avanzado pueden ser privados del tacto, a menudo debido al aislamiento social o al temor que albergan los amigos y familiares de que tocarlos podría causar daño. La investigación muestra, sin embargo, que tocar es algo bueno: los síntomas se alivian. Tocar es un medicamento fácil de administrar: los amigos, familiares y voluntarios de cuidados paliativos pueden marcar la diferencia a través del tacto.

La imposición de manos puede no curar el cáncer, pero ciertamente puede consolar al alma.