La memoria de trabajo es un mejor predictor de éxito académico que IQ

La memoria de trabajo es la capacidad de mantener la información en su cabeza y manipularla mentalmente. Utiliza este espacio de trabajo mental al sumar dos números que le ha dicho alguien más sin poder usar lápiz y papel o una calculadora. Los niños en la escuela necesitan esta memoria diariamente para una variedad de tareas tales como seguir las instrucciones de los maestros o recordar oraciones que se les ha pedido que escriban.

El objetivo principal de este artículo fue investigar el poder predictivo de la memoria de trabajo y el coeficiente de inteligencia en el aprendizaje en niños con desarrollo típico durante un período de seis años. Este problema es importante porque la distinción entre las habilidades cognitivas que sustentan el éxito en el aprendizaje es crucial para la detección temprana y la intervención.

En este estudio, a los estudiantes en desarrollo típico se les realizaron pruebas para su coeficiente de inteligencia y memoria de trabajo a los 5 años y nuevamente cuando tenían 11 años. También fueron evaluados en sus logros académicos en lectura, ortografía y matemáticas.

Los resultados revelaron que el éxito de un niño en todos los aspectos del aprendizaje se debe a qué tan buena es su memoria de trabajo, independientemente del puntaje de CI. Críticamente, la memoria de trabajo al inicio de la educación formal es un predictor más poderoso del éxito académico posterior que el cociente intelectual en los primeros años.

Este hallazgo único es importante ya que aborda las preocupaciones de que la inteligencia general, aún considerada como un predictor clave del éxito académico, no es confiable. Un individuo puede tener un puntaje promedio de CI, pero tiene un rendimiento bajo en el aprendizaje.

Algunos psicólogos sugieren que el vínculo entre el cociente intelectual y el aprendizaje es mayor cuando el individuo está aprendiendo nueva información, en lugar de en etapas posteriores cuando se sugiere que los logros obtenidos son el resultado de la práctica.

Sin embargo, los hallazgos de esta investigación que la capacidad de la memoria de trabajo predijo habilidades posteriores en lectura, ortografía y matemáticas sugiere que algunas habilidades cognitivas contribuyen al aprendizaje más allá de los efectos de la práctica.

El estudio también encontró que, a diferencia del cociente intelectual, la memoria de trabajo no está vinculada al nivel de educación o al origen socioeconómico de los padres. Esto significa que todos los niños, independientemente de su entorno o influencia ambiental, pueden tener las mismas oportunidades de cumplir su potencial si se evalúa la memoria de trabajo y se abordan los problemas cuando sea necesario.

La memoria de trabajo es una construcción relativamente estable que tiene importantes implicaciones para el éxito académico. Mientras que la memoria de trabajo aumenta con la edad, su capacidad relativa permanece constante. Esto significa que un niño en el percentil 10 inferior en comparación con sus compañeros de la misma edad es probable que permanezca en este nivel a lo largo de su carrera académica.

En resumen, el presente artículo sugiere que la dependencia tradicional de IQ como punto de referencia para el éxito académico puede estar equivocada. En cambio, las escuelas deberían centrarse en evaluar la memoria de trabajo, ya que es el mejor predictor de lectura, ortografía y habilidades matemáticas seis años después. En la actualidad, la memoria de trabajo deficiente rara vez es identificada por los profesores, que a menudo describen a los niños con este problema como faltantes o con niveles de inteligencia más bajos. Sin embargo, hay evaluaciones estandarizadas que son adecuadas para que los educadores utilicen para evaluar a sus alumnos por problemas de memoria de trabajo. Por ejemplo, la evaluación automatizada de la memoria de trabajo (publicada por la Corporación Psicológica) permite que los evaluadores no especialistas, como los maestros de aula, evalúen de forma rápida y eficaz a sus alumnos en busca de problemas significativos de memoria operativa.

Los problemas con la memoria de trabajo pueden abordarse fácilmente en las escuelas, una ventaja sobre el cociente intelectual, que es más difícil de influenciar por los docentes. La intervención temprana en la memoria de trabajo podría conducir a una reducción en el número de esas escuelas que fracasan y ayudar a abordar el problema del bajo rendimiento en las escuelas.

Referencia
Alloway, TP & Alloway, RG (2010). Investigar los roles predictivos de la memoria de trabajo y el coeficiente intelectual en el logro académico. Revista de Psicología Infantil Experimental, 106, 20-29.