Los síntomas límite de personalidad a lo largo del tiempo

Borderline Personality es una etiqueta que, como se reifica en el DSM-5, está definida por una colección de síntomas. El pronóstico general del diagnóstico que inscribimos como DBP es favorable porque con el tiempo remiten muchas de las listas definitorias de síntomas. Cuando menos de 5 de los 9 síntomas que definen ya no están presentes, el diagnóstico no se puede extender. Estudios recientes examinan qué síntomas específicos son más resistentes al tratamiento y qué predicen el resultado.

Un estudio evaluó las características de la personalidad de 100 niños a lo largo del tiempo, desde los 11 hasta los 23 años. Dos dimensiones subyacentes de la personalidad infantil estuvieron altamente correlacionadas con las características del TLP en adultos: Impulsividad e Inconformidad Agresiva.

Otro estudio longitudinal examinó qué síntomas en los adultos tenían más probabilidades de mejorar con el tiempo y cuáles eran más resistentes. Aquellas características caracterizadas como "agudas" tenían más probabilidades de remitir que las evaluadas como "temperamentales".

Los síntomas agudos con frecuencia mejoraron enormemente en 2 años. Estos incluyen: inestabilidad del estado de ánimo, pensamiento cuasi-psicótico, trastorno de identidad, relaciones turbulentas, impulsividad autodestructiva (como automutilación, abuso de sustancias, promiscuidad).

Las características más resistentes y temperamentales incluyen: depresión y ansiedad crónicas, miedos al abandono, intolerancia a la soledad, dependencia, sentimientos de vacío, desconfianza, respuestas persistentes a la ira.

Uno de los resultados de dichos estudios es predecir mejor los resultados de los que tratan con BPD. Es posible que podamos entender mejor qué características deberían mejorar o cambiar. Esto también puede ayudar a las personas limítrofes, a quienes interactúan con ellas y a los terapeutas que las tratan a aceptar las ganancias y limitaciones que se esperan con el tiempo.