La semana pasada, el Pew Research Center publicó un informe sobre uso y estrés de las redes sociales, y la subsiguiente cobertura de los medios ha reducido su mensaje a este tipo de titulares: "Usar Facebook y Twitter en realidad puede disminuir el estrés", según el Washington Post.
Ilusión. Pew estudió las asociaciones entre el uso de las redes sociales de las personas y lo estresantes que perciben sus vidas, pero no intentó determinar cómo el uso de Internet y las redes sociales afecta los niveles de estrés.
El informe Pew encontró que "las mujeres que usan Twitter, el correo electrónico y el intercambio de imágenes de teléfonos celulares reportan menores niveles de estrés". Pero no tenemos idea de si existe una relación de causa y efecto. Tal vez las mujeres de bajo estrés Pew encuestadas tengan más tiempo de ocio, lo que reduce la estresante percepción que tienen de su vida y les da más tiempo para enviar fotos a sus amigos desde sus teléfonos inteligentes y publicar en Twitter.
O tal vez estas mujeres sentían los efectos positivos de comunicarse con amigos. Eso sería consistente con 150 años de investigación que ha encontrado que el bienestar de una persona se predice mejor por la amplitud y profundidad de sus vínculos sociales.
Sabiendo esto, podemos preguntar cómo las redes sociales pueden fortalecer nuestras relaciones en la vida real. Tal vez enviar fotos a tu hermana te hace sentir más cerca de ella, especialmente cuando comenta y envía sus propias fotos a cambio. Mucha investigación respaldaría la noción de que el amor y la cercanía que sientes durante este intercambio de imágenes realmente podrían reducir tu estrés de una manera mensurable. Muchas personas informan un efecto positivo similar al publicar en Facebook. Lo mismo ocurre con la lectura de un artículo publicado en Twitter que te hace sentir atraído y curioso, o ver las fotos de un artista en particular en Instagram que te inspira. Todos estos son casos en los que las redes sociales pueden fomentar emociones positivas, y las emociones positivas reducen el estrés, nos ayudan a relajarnos, nos dan energía y le dan sentido y satisfacción a nuestras vidas.
Por otro lado, es posible que notes que tu correo electrónico o el uso de las redes sociales te está haciendo sentir mal contigo mismo. Compararnos con los demás, aunque sea natural, puede hacernos sentir envidiosos e infelices. ¿El uso de las redes sociales te hace sentir que no estás midiendo? ¿O te hace sentir aislado? Ninguno de estos sentimientos mejorará tu vida.
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Y, como mucha gente sabe, revisar constantemente el correo electrónico o el estado de los comentarios a lo largo del día puede exacerbar el estrés. Cuando los investigadores Elizabeth Dunn y Kostadin Kushlev regularon con qué frecuencia los participantes de la investigación revisaron su correo electrónico, por ejemplo, aquellos que solo consultaron su correo electrónico tres veces al día (frente a un promedio de 15 veces) fueron menos tensos y menos estresados en general.
Las redes sociales tienen el poder de hacernos sentir abatidos y estresados, o de ayudarnos a sentir amor y conexión, alegría y gratitud, inspiración y curiosidad. La clave es comprender cómo estas tecnologías influyen en nuestras vidas emocionales y aprender a usarlas estratégicamente. Para aprovechar los beneficios de la conexión electrónica, pruebe estas tres estrategias hoy: