Palabras de sanación para perfeccionistas: Olvídese de su oferta perfecta

Leonard Cohen

Demasiados de nosotros sentimos el peso insoportable de nuestro perfeccionismo. Estas expectativas poco realistas, a menudo internalizadas como las expectativas de los demás, son una enfermedad dentro de nosotros. La investigación muestra consistentemente que este perfeccionismo desadaptativo está relacionado con nuestra infelicidad, angustia y nuestra incapacidad para lograr con éxito nuestros objetivos. En este breve artículo de hoy, ofrezco la voz de un poeta con palabras de curación.

Cuando luchamos con nuestras batallas internas, pensamientos irracionales arraigados, agitación emocional y dolor espiritual, podemos encontrar curación en los lugares más inesperados. El arte y la música a menudo pueden desempeñar un papel en nuestra curación.

Hoy, en este espíritu, ofrezco las palabras de un poeta para que el perfeccionista dentro de nosotros reflexione. El poeta necesita poco a modo de introducción formal. Es el canadiense, Leonard Cohen. Un hombre que ha influido en las generaciones con su música, canciones, novelas y poesía. Desde la década de 1960, ha hecho su contribución única artísticamente, desafiándonos a ver y pensar de una manera diferente.

Es este desafío que tenemos que aceptar en el trabajo de auto-cambio. Tenemos que desafiar las creencias irracionales. Tenemos que desafiar la acción habitual. Tenemos que desafiar la forma habitual en que vemos las cosas. Cohen puede ayudarnos a hacer esto con estas palabras de su canción, Anthem. Creo que aquellos de nosotros que luchamos con nuestro propio perfeccionismo necesitamos abrazar estas letras como un estribillo diario, si no por hora.

Toca las campanas que aún pueden sonar
Olvida tu oferta perfecta
Hay una grieta en todo
Así es como entra la luz

Qué mensaje de esperanza sobre nuestra imperfección y la luz que esto trae en nuestras vidas. Estas palabras pueden recordarnos a cada uno de nosotros hacer lo que podemos todos los días, soltando nuestras "ofrendas perfectas", sabiendo que "hay una grieta en todo ". Dejemos que la luz entre.