Redención espiritual de Scrooge: cómo sana el inconsciente

Un Christmas Carol es probablemente mi película favorita de vacaciones, y se han realizado muchas versiones basadas en la novela de 1843 de Dickens. De hecho, hay una nueva película (2009) protagonizada por Jim Carrey como Mr. Scrooge que aún no he visto. La otra noche cogí uno con George C. Scott haciendo un buen trabajo como Ebenezer Scrooge, pero las primeras películas son verdaderamente clásicas. Scrooge es una reminiscencia de algo sobre lo que he estado escribiendo recientemente en mi propio blog: Desorden de Embotamiento Postraumático.

Después de las pérdidas traumáticas cuando era niño (su madre murió llevándolo al mundo) y el abandono de su afligido padre, el joven solitario Ebenezer luego toma la fatal decisión de alejarse de la mujer que ama y que lo ama, eligiendo en cambio una vida dedicada a materialismo y hacer dinero. Se convierte en un anciano adinerado, exitoso pero amargado, solo y alejado de las relaciones íntimas, los amigos y la familia. La suya es una postura profundamente cínica, amargada y defensiva impulsada por la ira subyacente, la ira, el resentimiento y las graves heridas narcisistas. En términos Jungianos, podríamos decir que su Ser inconsciente comienza a hablarle en esa fría y solitaria Nochebuena a través de sus sueños. Los sueños, como descubrió Freud, son la vía regia o camino real hacia el inconsciente, y pueden entenderse como formas de comunicación desde el inconsciente. El inconsciente, como señaló Jung, siempre es compensador de la actitud consciente. Así que ya es hora de que Scrooge se cambie a sí mismo y su amarga actitud hacia la vida, para convertirse en el hombre que debe ser. Sus vívidas y muy reales pesadillas -con sus angustiosas visitas y visiones de su infancia, su vida actual y su inevitable mortalidad- le muestran el camino. Pero sigue siendo claramente su decisión, su elección existencial, prestar atención a su perspicacia, advertencias calamitosas y sabiduría curativa o no.

Esto es muy similar a lo que sucede durante el curso de la psicoterapia para algunos pacientes, aunque el proceso y el marco de tiempo suelen ser algo más largos. No obstante, de repente las epifanías que alteran la vida pueden ocurrir y ocurren tanto en terapia como sin ella. Scrooge, materialista como era, al principio descarta sus sueños simplemente como el producto sin sentido de un poco de carne no digerida. Pero luego se convence de la realidad de estos sueños y su profundo significado espiritual y psicológico. Entonces en esa noche de cambio de vida, el viejo Scrooge muere y renace el día de Navidad. Scrooge se transforma, y ​​la historia sugiere que este cambio fue permanente, desde el misántropo materialista amargado, mezquino y duro hasta un hombre cariñoso, generoso y mucho más feliz. ¡Y todo gracias a los poderes curativos del inconsciente!

Una Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo para Todos, y Dios nos Bendiga a Todos.