¿Se puede diagnosticar el autismo en bebés? Nuevo estudio dice que sí.

¿Qué tan intrigante es esto?

Un nuevo estudio de bebés en una unidad de cuidados intensivos neonatales en los Hospitales Universitarios Rainbow Babies & Children's Hospital en Cleveland ha ofrecido una hipótesis interesante: que tal vez los niños autistas pueden ser diagnosticados como bebés.

La esperanza del corazón acelerado detrás de esta teoría es que estos niños podrían recibir tratamiento e intervención lo antes posible, mucho antes que el deprimente promedio actual de 3.1 a 5.7 años. Y no importa cuál sea su teoría sobre la etiología del autismo, el tratamiento precoz y la intervención temprana son claves para el éxito futuro y el bienestar del niño.

Si bien este estudio no fue creado para evaluar a los niños con autismo, los médicos comenzaron a ver una correlación entre ciertas afecciones y un posterior diagnóstico de autismo. El estudio original fue para investigar el desarrollo infantil.

Max Wiznitzer, MD. es un especialista en autismo pediátrico que ve esperanza en esta noticia que puede cambiar la vida. "Esto no pretendía ser un estudio de autismo, pero volvieron y dijeron: 'Aquí tenemos algunas características que pueden diferenciar a los niños con autismo en comparación con los niños que no lo hacen'". El Dr. Wiznitzer practica discapacidades del desarrollo neurológico, pediatría y neurología pediátrica en Rainbow y es profesor asociado de neurología pediátrica en la Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve. Él es un enlace al Consejo de la Academia Estadounidense de Pediatría sobre Niños con Discapacidades.

Los niños que fueron parte de este estudio y que posteriormente fueron diagnosticados con trastorno del espectro autista tuvieron algunas anomalías del desarrollo en la infancia, como discrepancias en el tono muscular y un comportamiento reactivo inusual a los estímulos sonoros y visuales.

Aquí es donde se vuelve interesante, debido a que las diferencias y preocupaciones que los doctores encontraron eran tan sutiles, habrían superado la observación casual de un padre o un profesional médico si estos niños no hubieran estado bajo tan estricta observación en cuidados intensivos. Estos niños fueron vigilados de cerca, por lo que fue fácil seguir su desarrollo con más especificidad que los recién nacidos sanos. Pero también tenga en cuenta que estos eran niños gravemente enfermos, por lo que el estudio no cubre a bebés más sanos.

Si bien este estudio parece algo limitado, es un comienzo esperanzador. Si los médicos pueden encontrar estos marcadores tempranos en los bebés, mejoraría los diagnósticos de autismo a pasos agigantados.

Y con los niños con autismo, el mantra permanece: intervención temprana, tratamiento temprano.

Esperemos que este estudio que está literalmente en su infancia tenga enormes implicaciones positivas en el futuro.

Para obtener más información sobre el autismo, los trastornos del espectro autista y otros trastornos del desarrollo infantil: Alphabet Kids: una guía de trastornos del desarrollo, neurobiológicos y psicológicos para padres y profesionales.