Sigilo: lo que necesitas saber

Una nueva forma de agresión sexual.

El “sigilo” es una forma de violación sexual que suena tan engañosa y peligrosa como realmente es. Si no está familiarizado con el término, es cuando un hombre que tiene relaciones sexuales consensuales y ha aceptado usar un condón se quita el condón, sin el consentimiento de su pareja, inmediatamente antes o durante la relación sexual. Desde una perspectiva física, esta acción pone en riesgo el embarazo para una mujer y, para ambos sexos, conlleva enfermedades de transmisión sexual. Psicológicamente, el sigilo ignora el acuerdo sexual de la pareja, rompe la confianza y viola el consentimiento de la víctima.

Alexandra Brodsky publicó en el Columbia Journal of Gender and Law información sobre la tendencia y atrajo la atención nacional a esta práctica, citando sitios web que ofrecen artículos oscuros sobre “cómo hacer sigilosamente” y afirmaciones sobre hombres hostiles que sienten que es su derecho.

¿Quién está en riesgo? La práctica está siendo reportada en comunidades heterosexuales y homosexuales, e incluso entre parejas casadas.

¿Es un fenómeno generalizado? Si bien el artículo de Brodsky relaciona el testimonio personal de las víctimas, no afirma ningún dato cuantitativo sobre la frecuencia de sigilo.

¿Por que alguien haria esto? Si bien la excusa más frecuentemente reclamada parece ser el deseo de experimentar el placer del “sexo crudo”, el “pelo desnudo” o el sexo sin condón, el verdadero deseo del autor es el placer creado por la afirmación de poder combinado con el riesgo de una violación. Desafortunadamente, las personas que distorsionan el sexo de esta manera tienen una línea de plomada pobre e interna de lo que es moralmente incorrecto. El rompimiento de límites crea una ligera emoción para el perpetrador mientras ejerce su dominio sobre la autonomía de otro.

¿Cómo se clasifica legalmente? En la actualidad, hay poco consenso de los cuartos legales sobre cómo se debe definir el sigilo. Algunos sostienen que no se trata de un crimen contra el consentimiento, sino de una violación del consentimiento informado que causa daños, pero no en la misma escala que la violación. Se está desarrollando otra legislatura para llamar a la violación oculta o, al menos, para aclararla como una agresión sexual, convirtiéndola en criminal.

¿Cómo protegerse? Aunque la duración o la profundidad de su relación con alguien no es garantía contra el sigilo (como lo demuestran los casos que ocurren dentro de un matrimonio), tomarse el tiempo para conocer a alguien antes de tener relaciones sexuales puede disminuir el riesgo.

Si experimenta sigilo, sepa que el perpetrador está moralmente comprometido y que lo que sucedió no es culpa suya. Busque atención médica de inmediato. Y vea a un terapeuta o hable con amigos para lidiar con el trauma psicológico potencial del asalto.