Tratamientos potenciadores de energía natural

Si es como la mayoría de los estadounidenses, su agenda probablemente esté llena. Lo más probable es que lleves un estilo de vida agitado que implique trabajar muchas horas, llevar a tus hijos a practicar fútbol y tratar de hacer ejercicio todos los días. Simplemente recordar caminar al perro o llamar a su madre es difícil, y mucho menos dormir lo suficiente, por lo que decide confiar en la cafeína y la adrenalina para pasar la semana.

Aunque sentirse estresado y exhausto de vez en cuando es común, si experimenta estos síntomas todo el tiempo, es posible que tenga una afección llamada síndrome de fatiga crónica (SFC). Este trastorno causa fatiga extrema y puede no mejorar incluso con mucho reposo en cama. Los síntomas parecidos a la gripe asociados con el trastorno pueden durar años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) descubrieron la enfermedad en 1988, pero la causa aún se desconoce.

Se cree que el CFS ocurre después de una infección o un período de alto estrés. Aunque la enfermedad puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, el CDC informa que es más común entre las personas de entre 40 y 59 años. Ocasionalmente, se ve el SFC en miembros de la misma familia, aunque no hay evidencia científica que sugiera que la afección sea contagiosa. En cambio, los investigadores sospechan que puede haber un vínculo genético con el trastorno, aunque se necesita más investigación para confirmarlo.

Las mujeres son diagnosticadas con SFC de dos a cuatro veces más a menudo que los hombres, pero no está claro si esto se debe a que la enfermedad afecta a más mujeres o porque más mujeres informan la enfermedad a sus médicos, en comparación con los hombres.

Según el CDC, alrededor de un millón de estadounidenses tienen SFC. Esta enfermedad afecta a más estadounidenses que la esclerosis múltiple, el lupus, el cáncer de pulmón o el cáncer de ovario.

Se han estudiado muchas terapias naturales y alternativas en el tratamiento del SFC, aunque se necesita más investigación para apoyar su efectividad en el manejo de esta condición.

Uno de esos tratamientos es el ginseng. La palabra "ginseng" se deriva de ren-shen, la palabra china que significa "esencia de la tierra en forma de hombre" o "raíz de hombre", que se refiere a la forma humana de la raíz. El ginseng se ha utilizado en la medicina tradicional china (MTC) durante más de 2.000 años y se cree que aumenta el apetito y la fuerza, y mejora la memoria y el rendimiento físico. También se cree que ayuda a reducir la fatiga y el estrés y mejora la calidad de vida en general.

Cuando compra en el supermercado, puede encontrarse con una fruta popular que también se ha estudiado para el tratamiento de la fatiga: el kiwi. El kiwi inicialmente proviene de China, pero ahora se produce en Nueva Zelanda, Estados Unidos, Italia, Sudáfrica y Chile. Es rico en vitamina E, serotonina y potasio, y se sabe que tiene la mayor densidad de vitamina C para cualquier fruta. Ha sido estudiado por sus beneficios para la salud pulmonar y cardíaca, pero también se cree que mejora la energía.

Luego están los populares suplementos de ácidos grasos omega-3, que son bien conocidos por beneficiar al corazón y proteger contra el colesterol alto. Los Omega-3, que se encuentran en aceites de pescado y aceites de plantas y nueces, también se han estudiado para mejorar la energía y el metabolismo. Sin embargo, se necesita más investigación antes de poder llegar a una conclusión.

Otro tratamiento alternativo sugerido para la fatiga es la terapia de relajación. Las técnicas de relajación incluyen enfoques terapéuticos conductuales que difieren ampliamente en filosofía, metodología y práctica. El objetivo principal suele ser la relajación no dirigida. La mayoría de las técnicas comparten los componentes del enfoque repetitivo (en una palabra, sonido, frase de oración, sensación corporal o actividad muscular), utilizando una actitud pasiva hacia los pensamientos intrusos, y regresan al enfoque para aliviar el estrés. Se ha propuesto que las situaciones estresantes frecuentes pueden producir efectos negativos en la salud, como presión arterial alta, niveles elevados de colesterol, problemas gastrointestinales o depresión del sistema inmunitario.

Aunque estas terapias naturales han proporcionado resultados prometedores para algunas personas que padecen fatiga, es importante tener en cuenta que cada una tiene un grado de evidencia de Natural Standard de C. Esto indica que no hay pruebas científicas claras o contradictorias que respalden su efectividad para el tratamiento de la fatiga crónica , y se necesita más investigación para confirmar los posibles beneficios.

Recuerde consultar a un médico o farmacéutico antes de comenzar cualquier régimen nuevo, hierbas o suplementos. Un profesional médico puede ayudarlo a decidir el mejor tratamiento para su fatiga.

Las terapias alternativas pueden ser una excelente manera de aliviar su agotamiento y ayudar a mejorar su bienestar para que pueda continuar su día sintiéndose fuerte y lleno de energía.