Tres acciones para comenzar a hacer que las cosas sucedan

Pensar en una gran tarea o una serie de tareas puede ser desalentador. Es fácil dejar que la montaña de "cosas por hacer" lo intimide para que abandone toda esperanza de alcanzar la cumbre. Pero hay formas de sentido común para hacer que las alturas parezcan escalables.

1) Divida la montaña de cosas por hacer en trozos alcanzables.

En una ocasión se preguntó a un gran alpinista: "¿Cómo logras escalar una montaña?". Su respuesta: "Paso a paso, y sigo adelante". Un objetivo monumental se puede dividir en minijuegos muy factibles.

Por ejemplo, ¿planea un cambio de carrera importante y desea hacer algo muy diferente de lo que haya hecho antes? La idea puede hacer que una persona cordial piense dos veces, y permanezca en un trabajo insatisfactorio por pura intimidación. Pero reducir el desafío a tareas más pequeñas y realizables, como volver a escribir el currículum y la creación de redes con las personas en su campo elegido, puede reducir drásticamente el factor de intimidación.

2) La métrica clave es productividad, no solo estar ocupado. Mida su progreso.

En nuestro mundo de torbellinos, es fácil confundir "ocupado" por "productivo". A veces son iguales pero a menudo no lo son; El ajetreo es un impostor muy astuto. La mejor manera de frustrar a este impostor y evitar que robe su tiempo y energía es priorizar sus tareas. Esto requiere enfoque y planificación deliberada. Toma algunas decisiones difíciles; debes ser despiadado con tu tiempo.

Por último, requiere el seguimiento de su productividad y el establecimiento de métricas claras contra las cuales medir sus esfuerzos. ¿Se gastan las horas y la energía produciendo resultados significativos que están relacionados con su objetivo? En la respuesta lo deja insatisfecho, el mensaje es claro: se necesita una corrección del curso. Revise su lista de tareas y ajuste sus prioridades.

3) Haga tiempo para divertirse y hacer ejercicio.

Parece contrario a la intuición que divertirse (como sea que lo defina personalmente) puede aumentar su productividad. Pero un estudio tras otro ha demostrado que la "activación del comportamiento", como lo llaman los investigadores, puede inundar el cerebro con los productos químicos que necesitamos para sentirse bien. El resultado es un enfoque y optimismo mejorados, una fuerza emocional renovada y, por lo general, un estado mental más saludable. Vincúlelo con la actividad del ejercicio similar a la liberación de endorfinas (todos los estiramientos antiguos simples) y tendrá un reinicio cerebral.

Cualquiera que sea su objetivo, estas tres tácticas pueden ayudarlo a sentirse más feliz y con más poder en su búsqueda. La triple amenaza de dividir un proyecto en tareas factibles, crear métricas contra las cuales medir sus esfuerzos y apropiarse de su bienestar emocional, espiritual y físico puede ponerlo en camino para conquistar la cumbre, sin importar cuán desalentadora sea la elevación . Canaliza a tu escalador de montañas interior y ponte en movimiento.