Cuando no nos sentimos bien con nuestras vidas, generalmente se debe a que una o dos cosas salieron mal; nos enfocamos en estas cosas; y nos obsesionamos hasta el punto de no poder ver el bien que nos rodea. Sin embargo, pequeños momentos de apreciación pueden marcar la diferencia entre un día bueno y uno malo.
Darle una oportunidad.
Apreciar tu vida no se supone que sea trabajo. Es una forma de permitirte perdonar cualquier transgresión y hacer la promesa de que no volverás a recorrer ese camino. Es fácil si haces cosas que sabes que serán apreciadas.