Aprendizaje holístico: operando desde un sentimiento de inseguridad

A principios del siglo XX, nos fascinaron las cosas que no podíamos ver, como los átomos y las moléculas, porque eran demasiado pequeñas para que las percibiéramos directamente, incluso con las herramientas más poderosas del momento. A principios del siglo XXI, nos fascina lo que no podemos ver, porque la cantidad de detalles que podemos percibir sobrepasa las herramientas más poderosas del momento, especialmente la mente humana.

El siglo XX se caracterizó por métodos científicos cuantitativos. Los gritos de reunión fueron: Encontremos los elementos fundamentales del universo e intentemos comprender cómo interactúan. Midamos todo lo que podamos y busquemos relaciones entre los números. Física y Matemáticas gobernaban el mundo. Nuestro sistema educativo fue diseñado para apoyar esta dirección de aprendizaje, desde principios pedagógicos hasta procedimientos administrativos. Los estudiantes se enfocaron en aprender en un nivel granular, usando procesos eficientes para clasificar y clasificar el rendimiento.

Hoy, estamos luchando en un mundo donde los problemas macroeconómicos parecen tener una importancia abrumadora, y los problemas micro son abrumadores en cantidad. Las relaciones entre los puntos de datos no son fáciles de discernir, porque los movimientos parecen ser fluidos y cambiantes de maneras impredecibles. ¿Cómo les va a nuestros estudiantes educados tradicionalmente? ¿Cómo está lidiando la sociedad?

Las palabras de moda du jour son "Big Data" y "AI" (inteligencia artificial, especialmente el aprendizaje automático). En los medios públicos, comparten una característica común: la creencia de que de alguna manera, una "máquina", una pieza de hardware + software, mágicamente será capaz de dar sentido a la complejidad que está más allá de nuestra capacidad humana para comprender. ¿Esto tiene sentido, o es esta ilusión?

Tal vez es otra señal de que se necesitan nuevas direcciones de educación. Tal vez tenemos que hacer diferentes tipos de preguntas.

¿Cómo podemos fundamentalmente reimaginar la forma en que aprendemos y procesamos la información?

Hemos estado pensando de forma mecánica, porque así es como hemos resuelto los grandes desafíos tecnológicos, incluido el envío de hombres a la luna y su recuperación segura. Hace cincuenta años, ese fue un gran sueño, aparentemente inalcanzable, pero que vale la pena esforzarse, solo porque el esfuerzo ampliara nuestras capacidades al máximo.

Supongamos que definimos el desafío de hoy de manera diferente: ¿cómo podemos ampliar la capacidad de nuestro cerebro para lograr lo que previamente hemos atribuido a la ciencia ficción o considerado "mágico"?

En el siglo 20, ponemos nuestra esperanza en las ciencias físicas, en la sensación de seguridad de saber, en la dependencia de las matemáticas que comprendemos y podemos demostrar en las estructuras físicas. La prueba física es muy poderosa porque el valor es literalmente tangible. Podemos ver y tocar objetos físicos. El valor del conocimiento que se reduce o se manifiesta en objetos físicos se puede discernir y cuantificar fácilmente. Ejemplos de esta visión son las economías en desarrollo, por ejemplo, China, donde las empresas están dispuestas a gastar millones de dólares en sistemas de hardware, pero se niegan a gastar miles de dólares en software que los haga eficaces para resolver problemas.

En el siglo XXI, nuestros temores tangibles, es decir, "reales" son incluso más que antes, y nos estamos dando cuenta de que enfrentamos desafíos que son intangibles y representan nuevas dimensiones del miedo. ¿Cómo entendemos y asignamos valor a los intangibles? La incertidumbre y la duda pueden ser las formas más abstractas de describir estos miedos. Cuando creímos que podíamos medir cuantitativamente cómo funciona el mundo, nos sentimos más seguros porque creíamos que podíamos controlar esos números, si no hoy, sino mañana.

Cuando nuestro miedo se manifiesta como incertidumbre, entonces nos sentimos perdidos. ¿En qué dirección se dirige nuestro negocio, sin mencionar la economía? ¿Cómo podemos ejercer control si no entendemos los factores que causan incertidumbre? ¿Cómo podemos confiar en nuestra brújula magnética cuando estamos en una tormenta de flujo electromagnético cuya dirección cambia constantemente?

La duda es aún más aterradora. Para solucionar los problemas, intentamos todo lo que sabemos: mira las luchas de Nokia o la "guerra contra el terrorismo". Las viejas formas obviamente no están funcionando. ¿Porqué es eso? ¿No nos torturamos con preguntas duras y dudas? ¿Realmente entendemos lo que está sucediendo en estos escenarios de falla?

Qué está mal con esta imagen? ¿Nos faltan algunas ideas fundamentales sobre la situación y, más probablemente, sobre nosotros mismos y nuestra capacidad de percibir?

Si decimos que el enfoque del siglo XX fue "una sensación de seguridad, lograda a través de la optimización de procesos conocidos y mecanismos de control cada vez más precisos", entonces podemos decir que el enfoque del siglo XXI debe estar en "una sensación de inseguridad" , para ser contrarrestado por una mayor conciencia, flexibilidad y mecanismos de respuesta adaptativa "?

¿No es esta la mentalidad emprendedora, aplicada al liderazgo?