Artful Gaming

Una mirada a los beneficios de jugar juegos meditativos en solitario.

Vivian Wagner

Jugar al atardecer sobre el agua.

Fuente: Vivian Wagner

Recientemente descubrí el mundo de los juegos en solitario, y me encanta. Estoy sorprendido, de hecho, por la cantidad de juegos de habilidad individual que hay. Estamos en un renacimiento de los juegos de tablero creativo, de cartas y de dados, y todos los días, algunos nuevos llegan a Kickstarter y se abren camino en las discusiones sobre BoardGameGeek y varios grupos de juegos individuales en Facebook.

Uno de mis juegos favoritos últimamente es Sunset Over Water, de Pencil First Games. Es un hermoso y relajante juego de cartas que sigue a un artista que se pasa el día: levantarse, hacer planes, pintar varias escenas, vender pinturas y obtener puntos de “renombre”. Las cartas del juego incluyen océanos, montañas, flores, ríos y otros elementos naturales.

Hay algo maravilloso en jugar este juego solo. Me gusta pasar el rato en mi terraza, repartir las cartas en mi mesa de cristal y comenzar. Para jugar, colocas cinco arriba y abajo cinco en un área que se llama desierto, colocas algunas tarjetas de estación de guardabosques, recoges tu meeple (la pequeña figura de madera que es tu persona de juego) y comienzas a explorar.

Toma un poco de tiempo aprender las reglas, y son lo suficientemente complejas como para proporcionar una experiencia de juego satisfactoria. Sin embargo, en realidad no es un juego sobre ganar o perder. La variante individual realmente es solo un juego de tipo golpear tu propia cuenta, y no me preocupo demasiado por la cantidad de puntos que tengo al final. Más bien, este juego trata principalmente de la experiencia: explorar el mundo, crear arte y venderlo.

Jugar un juego de meditación como este al final de un largo día es relajante y rejuvenecedor. No tengo que pensar demasiado, pero hay mucho placer en moverse por el mundo, elegir cartas y sumar mi puntaje al final. Mi ansiedad y mis preocupaciones se escapan durante el transcurso del juego, mientras admiro las cascadas y puestas de sol, las montañas y las flores silvestres.

Los estudios han comenzado a mostrar que los juegos pueden disminuir la depresión, mejorar la función cognitiva e incluso retrasar o prevenir el inicio de la demencia. Mantienen el cerebro activo, fomentando la formación de nuevas conexiones y vías neuronales. Nos involucran y nos piden que salgamos de nuestras rutinas diarias.

Y, quizás más que nada, son una forma encantadora de pasar una noche,