Califica tu nivel de deseo

Detener los malos hábitos.

Una forma de controlar la impulsividad o los malos hábitos es calificar su nivel de ansia, ya sea por comida, drogas o alcohol, mirar pornografía o ir a apostar.

Identifique qué tan importante es para usted tomar una acción antes de hacerlo. Digamos que usted tiene un deseo de ir al trabajo para detenerse y comprar leche con chocolate y donas. Pregúntese a sí mismo: “En una escala del 1 al 10, ¿cuánto deseo realmente la leche con chocolate y las rosquillas?” Es posible que se sienta inclinado a decir 10, pero al evaluarlo seriamente, puede descubrir que en realidad fue solo un 3: un Impulso en lugar de un deseo o necesidad real. Luego puede considerar más opciones: puedo conseguir un café y una manzana de la cafetería cuando vaya al trabajo, o puedo encender la radio porque mi canción favorita acaba de aparecer, y así sucesivamente. Si fuera más alto en la escala, podría optar por tomar su hora de almuerzo en la tienda de comestibles para comprar leche con chocolate y donas, o, reconociendo que estas no son las mejores opciones de alimentos, podría hacer un plan para evitar futuros antojos de azúcar. y se estrella preparando un bocadillo saludable para usted, que puede comer en el automóvil de camino al trabajo a la mañana siguiente.

Elige un mal hábito para vigilar esta semana. En su diario o cuaderno, anote este hábito y haga un compromiso de rastrearlo durante una semana. Podría ser cualquier cosa que sientas que tenga un efecto negativo en tu vida: tal vez comer en exceso, beber, fumar, comprar en línea, apostar, revisar las redes sociales todo el tiempo, jugar videojuegos, ver pornografía o incluso algo tan simple como morderse las uñas. .

Cada vez que sienta la necesidad, pregúntese: “En una escala de 1 a 10, ¿cuánto deseo realmente esto?” El simple hecho de hacer esta pregunta inserta una pausa entre el impulso y la acción, lo que limita la impulsividad. Calificar el deseo es también una forma de atención plena. Estás observando el deseo en lugar de “ser” el deseo. Incluso puede dar otro paso y pasar un momento etiquetando el deseo como “antojo”. Poner una etiqueta en él puede crear una distancia aún mayor entre el impulso y la acción. Al final de cada día, regrese a su diario o cuaderno y tome notas sobre lo que ocurrió cuando calificó sus antojos.

Extracto de Brain Hacks: Estrategias que cambian la vida para mejorar el funcionamiento ejecutivo lo ayudará a trabajar de manera más inteligente, mantenerse enfocado y alcanzar sus metas.