Cinco lecciones del Dalai Lama Parte 2

En la Parte 1, transmití dos de las cinco lecciones que aprendí del Dalai Lama. La importancia de la compasión fue la primera, mientras que tomarse el tiempo para estar en silencio y aún así fue el segundo. La serie se completa con estas lecciones finales:

3. Vivir en el presente. En su trabajo final del semestre, una estudiante garabateó una nota de agradecimiento para mí al final de su respuesta, incluida la frase que se cita a menudo: "Ayer es historia. El mañana es un misterio. Hoy es un regalo: es por eso que se llama presente. "Rápidamente grabé su nota garabateada a mano en algún lugar visible en mi oficina para que me recordara que debía centrarme en el momento presente. Esta enseñanza es quizás la más fundamental que intentamos adquirir a través de prácticas de meditación y contemplación.

Mantenernos enfocados en el presente es una forma muy poderosa y transformadora de vivir nuestras vidas por completo. Concentrarnos en cada respiración, centrarnos en cada bocado de comida que estamos masticando y tragando, para poder conectarnos con el momento presente nos permite experimentar verdaderamente nuestras propias vidas. De hecho, nuestro maestro escribe: "La mente no debe ser dirigida al pasado, ni influenciada por esperanzas o temores sobre el futuro" (Dalai Lama, 2001, p.135). Cuando nos mantenemos enfocados en el presente, nos centramos en nuestras vidas en el momento, y esto nos permite mantener a raya nuestras ansiedades sobre el futuro y nuestras reflexiones sobre el pasado.

4. Todo es temporal. Otra razón por la cual centrarse en el momento presente puede ser transformador es porque en realidad es la única certeza que tenemos en nuestras vidas. De hecho, todo lo que experimentamos es transitorio y, finalmente, todas las cosas llegarán a su fin. Sin embargo, no es necesario que sea una realidad que tememos. Al saber que todas las cosas son temporales, esto nos permite saborear y abrazar plenamente el presente, al tiempo que nos libera del pasado y de nuestras ilusiones para el futuro. El estribillo común que muchos de nosotros hemos crecido escuchando es que "esto también pasará" y de hecho lo hará, sea bueno o malo; nuestras emociones, circunstancias de vida y experiencias siempre están sujetas a cambios.

5. Reflexionar sobre la muerte no tiene que ser morboso. El dramaturgo británico Maugham es citado diciendo: "La muerte es un asunto aburrido y aburrido, y mi consejo para ti es que no tengas nada que ver con eso" (ver BrainyQuote.com). Si solo hubiera una elección en el asunto. Muchos de nosotros pasamos nuestras vidas temiendo, negando, huyendo de o todo lo anterior cuando se trata de la muerte. Sin embargo, la muerte, por supuesto, es una inevitabilidad, el gran misterio de la vida, como muchos eruditos han escrito a través de los siglos.

Cuando el Dalai Lama habló en el césped de la Capital en Washington, DC este verano, comenzó su charla declarando que sería informal. De hecho, el Dalai Lama continuó diciendo que los dos momentos más importantes en la vida de uno, su nacimiento y su muerte, son informales, entonces ¿por qué su charla debería ser diferente? Por supuesto, esto fue recibido con gran risa por los miles que se habían reunido para esta ocasión trascendental. Hay una verdad más profunda en sus palabras también. Es importante reflexionar sobre nuestra propia mortalidad para conectarse con el significado del momento presente y también para permitir el reconocimiento de que todas las cosas son transitorias.

Además, al reflexionar sobre nuestra propia desaparición inevitable, podemos ampliar nuestra perspectiva y estar agradecidos por el tiempo que tenemos. Una reflexión sobre la mortalidad no necesita ser morbosa; es un control de realidad necesario para cada uno de ellos, de modo que podamos enfrentarnos a la naturaleza transitoria de nuestra propia biología. Y como la sabiduría tibetana transmite, la muerte ya no es un fin, sino solo el comienzo de una nueva fase en la conciencia. De hecho, como dice un famoso refrán tibetano, "Adiós y la muerte son solo descripciones diferentes para un nuevo comienzo y vida. Todo lo que dejas atrás lo encontrarás de nuevo, en diferentes formas y formas ".

Entonces estas son las aspiraciones que tengo para mí y para los demás: practicar la compasión, abrazar la sabiduría que puede emerger de la quietud y la quietud, vivir en el presente, aceptar que todo es temporal y reflexionar sobre la muerte sin temor. De las muchas lecciones que deben tomarse de las enseñanzas del Dalai Lama, estas son solo algunas de las que espero que sean tan útiles para otros como lo fueron para mí.

Lama, D. (2001). Un corazón abierto: Practicando la compasión en la vida cotidiana (Ed. Nicholas Vreeland). Little, Brown & Co .: Nueva York.

Copyright 2011 Azadeh Aalai