Cómo el TOC pediátrico afecta a toda la familia

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC), que se caracteriza por comportamientos repetitivos, como encender y apagar varias veces la luz antes de entrar a una habitación o lavar compulsivamente, tiene un costo significativo no solo para los niños que lo padecen, sino también para los padres que hacen su mejor esfuerzo para responder a la situación, según una nueva investigación.

Los hallazgos, que aparecen en línea en diciembre de 2016 en la Revista de la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente, revelan cómo el TOC impacta a toda la familia, con rutinas interrumpidas, interacciones sociales estresantes para el niño y bajo rendimiento laboral para los padres. La investigación sugiere que estos efectos podrían verse afectados por la forma en que algunos padres responden a los problemas de sus hijos.

La investigación fue dirigida por S. Evelyn Stewart, MD, de la Universidad de British Columbia, y David L. Pauls, Ph.D., de la Universidad de Harvard, un NARSAD Distinguished Investigator Grantee 2003. El estudio fue notable por la gran cantidad de familias involucradas en múltiples ubicaciones. El equipo reunió información de los pacientes y sus padres utilizando la escala de funcionamiento familiar (OFF) del TOC, un método recientemente desarrollado para evaluar el impacto del TOC. Los investigadores encontraron que todos en las familias afectadas tenían estrés y ansiedad elevados. Los niños con TOC informaron más sentimientos de ira y frustración, mientras que sus padres describieron más sentimientos de tristeza.

La vida diaria se vio afectada incluso de maneras mundanas. Las familias informaron frecuentes interrupciones en las rutinas de la mañana y la tarde. Los niños también experimentaron importantes dificultades sociales y académicas, desafíos que, de manera importante, sus padres a menudo no reconocieron. Estos efectos no se limitaron al niño: casi la mitad de las madres y un tercio de los padres informaron impactos sustanciales en su desempeño laboral.

Si bien en casos individuales, la gravedad y el tipo de conductas compulsivas fueron indicadores bastante buenos del alcance de la alteración familiar, los investigadores encontraron que el mejor predictor fue la forma en que las familias reaccionaron ante el trastorno de su hijo. Algunos padres permitieron que el niño persistiera en sus comportamientos o para evitar desencadenar factores de estrés en lugar de tratar de ayudar a obstaculizar estos o alentar al niño a enfrentar sus miedos. Tales adaptaciones se asociaron con resultados más negativos tanto para el niño como para la familia en general.

Los investigadores sugieren que los médicos deberían centrarse en enseñar a los padres estrategias efectivas para tratar el TOC pediátrico. El trabajo también subraya la importancia de tratar a toda la familia para garantizar el bienestar emocional, social y profesional.