El código de confianza

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Fuente: Corina Rosu / 123RF

Sin confianza, las relaciones humanas son débiles en el mejor de los casos. En un libro escrito por Robin Dreeke titulado The Code of Trust , Dreeke define la confianza como el adhesivo basado en la razón que mantiene unidos los elementos psicosociales de la vida, como la familia, las amistades, los negocios y el gobierno. Sin confianza, las relaciones existentes son difíciles de mantener y las nuevas relaciones son aún más difíciles de establecer. En los últimos años, la sociedad estadounidense ha estado plagada de un déficit de confianza, ya que deriva inexorablemente de una atmósfera dominada por el racionalismo a una de emotividad. Las encuestas recientes muestran que solo el 19 por ciento de los estadounidenses confían en las grandes empresas, y solo el 16 por ciento de los estadounidenses en su gobierno. Aún más inquietante, solo el 57 por ciento de todos los estadounidenses ahora tienen un amigo de confianza, frente al 80 por ciento en 1997. El costo de la desconfianza en las empresas es devastador, pero el costo en la calidad de nuestras relaciones personales tiene un costo aún mayor. La tesis central de Dreeke es que el verdadero poder proviene de la confianza, no de la manipulación o la coacción.

Según Dreeke, la confianza puede basarse en cinco principios básicos.

1. suspensión Ego

Las personas egotistas están más interesadas en alcanzar sus propios objetivos que en alcanzar los objetivos de los demás. Las metas compartidas crean unidad en el esfuerzo y unidad en el propósito. Las personas que comparten un objetivo común crean confianza entre ellos. La confianza es el combustible que impulsa las relaciones personales y comerciales. Sin confianza, pasaríamos la mayor parte de nuestro tiempo mirando hacia atrás para verificar todo lo que dice o hace una persona. Tendemos a confiar en los demás hasta que nos den una razón para no confiar en ellos. Poner las necesidades de los demás primero es el primer paso para generar confianza.

2. No juzgar

Respeta las opiniones y perspectivas de todas las personas, especialmente cuando difieren de las tuyas. Nadie confía en las personas que los desprecian o no intentan comprenderlos. Dreeke postula que cuando las personas se sienten libres de ser ellas mismas, los demás casi siempre verán su mejor lado. Cuando las personas se sienten juzgadas y es menos probable que presten sus esfuerzos a un objetivo común.

3. Validar a los demás

Nadie espera que estés de acuerdo con todas sus opiniones, pero todos quieren que se les entienda. Todos nosotros nacimos con el derecho sagrado a nuestras propias ideas, y ninguno nació con el deseo de destruir a los demás. Hay una decencia común en cada persona, y para ser digno de su confianza, debe reconocer su decencia y unirse a ellos en ese respeto compartido. El respeto mutuo es el terreno común que pueden compartir todas las personas que unen a la humanidad en un mundo cada vez más reducido.

4. Honra la razón

La razón crea la base del interés propio racional y compartido sobre el que se basa la confianza. La confianza inspirada en la mera emotividad solo dura tanto como la próxima emoción. El Código de Confianza postula que si le das a las personas una buena razón para confiar en ti, lo harán.

5. Sé generoso

La mayoría de la gente ahora se da cuenta de que las ofertas ganar / ganar son las únicas que perduran. En estos intercambios, los buenos líderes intentan obtener un poco más de lo que dan, pero los grandes líderes intentan dar un poco más de lo que obtienen. La generosidad crea una atmósfera de simpatía que hace tratos, y allana el camino para futuros negocios. Insertar confianza en la ecuación de la conducta personal, política y profesional es parte de la solución.

Estos principios de confianza, dice Dreeke, no solo deberían guiar a las personas, sino también a las corporaciones y las naciones. Sin amigos de confianza, las personas se vuelven más aisladas. Sin confianza en el gobierno, la gente se vuelve menos patriótica. Sin confianza entre las naciones, las guerras son más evitable.

Robin Dreeke se desempeñó como jefe del Programa de Análisis de Conducta de Contrainteligencia del FBI, donde su misión principal era frustrar los esfuerzos de los espías extranjeros y reclutar espías estadounidenses. Los principios encontrados en El Código de Confianza derivaron de sus experiencias en el FBI.