Comprender y elegir mejores habilidades para afrontar

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Cuando se trata de comprender mejor y tratar la adicción, podemos aprender mucho observando los mecanismos de afrontamiento de una persona. La sabiduría convencional nos dice que una cierta cantidad de experiencias negativas son solo parte de la vida. Las cosas no siempre salen como esperamos que lo hagan; a veces nos sentimos decepcionados de nosotros mismos y de los demás. La pregunta no es si pasará por dificultades en algún momento de su vida, sino cómo lo manejará.

Los mecanismos de afrontamiento son habilidades que todos tenemos que nos permiten dar sentido a nuestras experiencias negativas e integrarlas en una perspectiva del mundo saludable y sostenible. Cuando la vida nos da limones, nuestras habilidades de afrontamiento nos ayudan a ver esto como una oportunidad para hacer limonada. Sin mecanismos de afrontamiento eficaces, podemos sentirnos como un "limón" nosotros mismos, malinterpretando los accidentes o las malas intenciones de otras personas para ser un reflejo de nuestra propia inadecuación.

Sentirse mal por lo que eres y por el mundo en el que vivimos es una forma especialmente difícil de pasar por la vida. La ansiedad sobre el futuro y nuestro propio bienestar pueden convertirse en una profecía autocumplida. Vamos a una importante entrevista de trabajo, pero estamos convencidos de que no hay forma de que un futuro empleador desee contratarnos. Cuando no conseguimos el trabajo, esto confirma nuestra perspectiva negativa del mundo y de nosotros mismos. Sin las habilidades de afrontamiento para convertir la decepción por una oportunidad perdida en una mayor determinación para conseguir el trabajo de nuestros sueños, es fácil quedar atrapado en una puerta giratoria de decepción después de decepcionar.

Como muchas cosas que nos hacen humanos, existen aspectos sociales y biológicos para los mecanismos de afrontamiento. Al crecer, observamos y aprendemos de los adultos que nos rodean, ya que modelan cómo responder a todo, desde molestias menores, como la acumulación de platos en el fregadero, hasta grandes crisis como perder un trabajo o un hogar. Quizás el aspecto más importante de las habilidades de afrontamiento es que, una vez que se nos informa sobre una deficiencia, se puede aprender y perfeccionar, o no aprender y reemplazar, para ayudarnos incluso en las situaciones más difíciles.

Uno de los mecanismos de supervivencia más notorios es el abuso de sustancias. Tomar un medicamento es una manera fácil de inducir a su cuerpo a que libere neurotransmisores que lo hagan sentir bien en su cerebro, creando una sensación fuerte, pero temporal, de paz y seguridad. Como cualquier profesional en tratamiento de adicciones puede decirle, los efectos negativos a largo plazo de abusar de sustancias como una manera de lidiar con el estrés o adormecer el dolor continuo, superan con creces los beneficios a corto plazo.

Hay otras maneras de manejar el estado de ánimo y el estrés y lidiar con situaciones que son difíciles, que no requieren que corras el riesgo de una adicción. Se ha demostrado que las actividades físicas como el ejercicio alteran la química del cerebro para mejor. La autorreflexión y la meditación también pueden generar cambios significativos a lo largo del tiempo que lo dejen preparado para enfrentar las desilusiones. El trabajo creativo, desde el dibujo hasta el collage, la creación de música y el arte interpretativo, puede ayudar mucho a recuperarse de la depresión y la ansiedad. La clave es involucrarse en actividades que mejoren su salud general y / o alivien el estrés y lo ayuden a enfocarse mejor en los problemas reales.

Los mecanismos sanos de afrontamiento pueden ayudarlo a traducir el miedo y la ambigüedad en una sensación de confianza calmada y paz interior. Al ponerte recto, puedes actuar como modelo para otros en tu círculo de familiares y amigos, alentando a aquellos que amas a medida que pasan por sus propias dificultades.