¿Cuál es tu mantra?

Durante nueve años, trabajé en un proyecto de construcción de gran capacidad en Vietnam. Cuando las personas pedían detalles, les decía que era una "nueva empresa de nueva creación" para ayudar a establecer la primera escuela de negocios internacional estándar del país.

Alumnos de la Universidad, Hanoi

Los primeros cuatro o cinco años fueron emocionantes, aprendí constantemente, sentía que nuestro trabajo era importante para el país y las personas con las que trabajaba. Pero a medida que avanzaba el proyecto, temía que mi energía cayera, que vería el proyecto más como un trabajo y no como algo que esperar.

Durante ese tiempo, generé un conjunto de principios que usaba cada vez que tenía que decidir sobre la realización de un proyecto. En lugar de ser una visión de lo que quería lograr, este mantra ha sido más una manera de pensar sobre cómo quiero diseñar mi mundo laboral y sobre qué trabajar, si puedo elegir.

Aquí están los cuatro principios muy simples que uso:

  1. Haz un buen trabajo.
  2. Aprender mucho.
  3. Que te diviertas.
  4. Trabaja con buenas personas.

Mi experiencia en Vietnam confirmó la sabiduría de estos principios, para mí. Durante los primeros años de nuestro proyecto, los cuatro principios fueron sólidos y los sentí regularmente. El trabajo fue difícil, a menudo frustrante, y con frecuencia parecía que retrocedíamos en lugar de avanzar, pero sabíamos que era un trabajo que debía hacerse y que estábamos haciendo un buen trabajo.

Aprendí, a diario, sobre una serie de cuestiones, desde cómo configurar sistemas financieros y de tecnología de la información para desarrollar currículos y programas de capacitación hasta cómo trabajar en una cultura diferente. Trabajé con gente maravillosa y me divertí explorando un nuevo país, entorno de trabajo y formas de pensar.

En el quinto año del proyecto, sin embargo, me di cuenta de que si bien el trabajo aún era bueno, la siguiente fase significaría hacer algo que había hecho antes y que podría hacer mientras duermo (de ahí que no haya nuevos aprendizajes). Se volvió pesado, en lugar de divertido. Sí, la gente era excelente y estábamos haciendo un buen trabajo, pero los otros principios simplemente estaban ausentes. Pensé en irme para pasar a algo más interesante.

Gracias a Dios, la naturaleza del proyecto cambió, se volvió más compleja y continué varios años sintiendo que continuaba haciendo algo que valía la pena, aprender, divertirme de una manera nueva y trabajar con más personas buenas.

El mantra ha resistido la prueba del tiempo. En los últimos años, cuando considero nuevos proyectos, considero esos cuatro elementos. Si puedo responder "sí" a al menos tres, muy a menudo me encargo del proyecto. Si puedo dar un "sí" a solo dos, entonces sigo y encuentro algo más para trabajar.

Entonces, ¿cuál es el tuyo?