División del trabajo en las relaciones

Cómo decidimos, dividimos y conquistamos

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Un gran porcentaje de relaciones son aquellas en las que ambos socios trabajan. Dos ingresos son útiles para mantener a una familia, o pueden permitirle tener fondos adicionales para gastar en actividades placenteras o para ahorrar para un día lluvioso. Sin embargo, cuando ambos miembros pasan tiempo en el trabajo, navegar las tareas domésticas se vuelve más difícil. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de dividir el trabajo doméstico y cómo podemos comunicar efectivamente nuestras necesidades?

Lo que dice la investigación

La forma en que las parejas coordinan y dividen sus responsabilidades afectará la calidad de su relación. De hecho, Klein, Izquierdo y Bradbury (2007) señalan: “Se espera que la comprensión consensuada de los socios sobre los roles y deberes en el hogar promueva una interacción eficiente y afectivamente neutral entre los socios, mientras que la incapacidad de los socios para acordar y promulgar se espera que la división del trabajo resulte en la renegociación continua de deberes y responsabilidades, lo que a su vez generará frecuentes disputas y sentimientos de frustración “(p.30).

Señalan que la investigación previa a menudo ha mostrado el patrón de retirada de la demanda en las relaciones matrimoniales cuando se plantea un tema problemático en los entornos de laboratorio. Este patrón de comunicación conduce a problemas y angustia. Básicamente, en esta situación, una persona hace demandas, que pueden ir acompañadas de críticas y regaños, mientras que la otra persona se retira para evitar posibles conflictos y enfrentamientos. A menudo, no hay una resolución o las necesidades de una persona no se están cumpliendo.

En su trabajo particular, Klein et al. (2007) se centró en una semana en la vida de 32 familias de clase media con ingresos dobles y niños en Los Ángeles. Descubrieron que la ambigüedad a la hora de asignar las responsabilidades del hogar y la división del trabajo puede crear tensión entre los socios y puede provocar insatisfacción en las relaciones. Esto se debe a que la ambigüedad a menudo resulta en negociaciones continuas. De hecho, es mejor cuando los socios son equitativos en la división del trabajo y claro sobre sus límites. Si esto sucede, la gente sabrá exactamente de qué se trata, sin pisar los dedos del otro.

Entonces, ¿cómo se relaciona esto con usted?

Una conversación abierta y honesta con su pareja es importante. Incluso si no está casado pero pasa mucho tiempo con su pareja, habrá roles que querrá dividir dentro de los hogares. Es importante diseñar las tareas que deben ser atendidas y decidir quién manejará qué. Claro, habrá ocasiones en las que las responsabilidades pueden cambiar o ser redistribuidas, pero tener un marco claro desde el principio es beneficioso.

No puede enojarse con su pareja si no ayuda con los platos o sacando la basura, si no sabe que es importante que ustedes dos compartan estas tareas. No haga suposiciones sobre lo que su pareja sabe y lo que no sabe. En cambio, debe comunicar sus necesidades con claridad y decidir la mejor manera de manejar sus tareas de manera justa y equitativa.

Referencias

Klein, W., Izquierdo, C., y Bradbury, TN (2007). Relaciones de trabajo: patrones comunicativos y estrategias entre las parejas en la vida cotidiana. Investigación Cualitativa en Psicología, 4 (1-2), 29-47.