Dos palabras para repetir al usar las redes sociales: ¡Impulsos de control!

Los recientes acontecimientos en Rutgers y en otros lugares que condujeron a suicidios trágicos asociados con el acoso cibernético nos llevan a una importante lección sobre el uso de las redes sociales. Tal vez nuestro mantra cuando en Facebook debería ser "Impulsos de control".

Cuando ingresé a clase recientemente en la Universidad de Santa Clara, uno de mis alumnos expresó su frustración por uno de sus compañeros de cuarto. El compañero de habitación tenía el hábito reportado de sacar la ropa aún húmeda de la secadora para poner su propia ropa en la secadora. Un problema de conflicto de compañero de habitación bastante típico, ¿verdad? Esto estaba volviendo loca a mi estudiante y dijo que iba a lidiar con el conflicto y su frustración a través de Facebook. ¡Mala idea! Hablé con ella acerca de otras formas quizás más productivas de lidiar con el conflicto de su compañera de cuarto, que aceptó probar. En la siguiente clase, varios días después, admitió que su plan para usar Facebook para lidiar con su conflicto fue "estúpido" (según sus palabras) y que estaba molesta en el momento en que ideó su plan de Facebook. ¿Suena familiar?

Como todos sabemos (pero a menudo lo ignoramos en el calor del momento), el desafío con las redes sociales es que uno puede actuar rápidamente sobre un impulso sin pensar en las posibles consecuencias no deseadas. En los viejos tiempos, antes de Facebook, tal vez actuar de esa manera impulsaba las tensiones o empeoraba las cosas, pero al menos no eran tan públicas como para que todo el mundo pudiera ver el conflicto o el momento vergonzoso. Si el compañero de cuarto en Rutgers solo miraba a través de una cerradura para ver a su compañero de habitación en un momento íntimo, el resto del mundo tampoco podía verlo. Mirar a través de un ojo de la cerradura es, por supuesto, suficientemente malo pero no tan malo como una transmisión web en vivo a través del ojo de la cerradura para que todo el mundo lo vea.

Hacer lo correcto para nosotros y para los demás significa controlar los impulsos en muchos aspectos de nuestras vidas. Les digo a mis alumnos que tal vez el poder controlar y gestionar los impulsos sea la lección más importante que deben aprender durante sus años universitarios. Aquellos que están en mejores condiciones para manejar sus impulsos en Facebook y en todas las áreas de sus vidas es probable que tengan una mayor satisfacción con la vida, una mejor salud y más éxito en la vida. ¿Recuerdas las lecciones del famoso estudio de malvaviscos? Retrasar la gratificación y controlar los impulsos predice todo tipo de resultados positivos de salud mental, física, de relaciones y de carrera. Necesitamos ser hipervigilantes a este respecto cuando se trata de redes sociales. ¡Podría ser la diferencia entre la vida y la muerte!

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