El entrenamiento cerebral es una buena idea que no funcionó

Public domain via Pixabay
Fuente: dominio público a través de Pixabay

Es difícil crear aplicaciones prácticas de cualquier ciencia, y la psicología no es una excepción. El campo realiza una investigación básica excelente para comprender los aspectos centrales del comportamiento. Esa investigación a menudo crea sugerencias tentadores sobre cómo maximizar el potencial de las personas. Desafortunadamente, hasta que se cree una aplicación práctica, simplemente no está claro si funcionará.

Las aplicaciones de entrenamiento cerebral son un gran ejemplo de una gran idea que no funcionó.

Uno de los aspectos centrales de muchos regímenes de entrenamiento cerebral se centra en la memoria de trabajo, que es la cantidad de información que alguien puede tener en cuenta en un momento dado. Si va a tomar una decisión compleja o hacer un cálculo difícil, entonces necesita tener en cuenta muchos factores a la vez para tenerlos en cuenta al razonar.

La investigación demuestra que existen diferencias individuales en la capacidad de memoria de trabajo. Es decir, algunas personas pueden tener más información en mente que otras. Estas diferencias individuales están correlacionadas con medidas de inteligencia. Las personas con capacidades de memoria de trabajo más grandes obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia que aquellas con capacidades de memoria de trabajo más pequeñas.

Esa observación condujo a una recomendación práctica natural. Si pudiéramos encontrar formas de expandir la capacidad de la memoria de trabajo de las personas, también deberíamos mejorar su desempeño en una variedad de tareas cognitivas. Esta propuesta condujo al desarrollo de muchos regímenes para la capacitación de la capacidad de memoria laboral de las personas. En estas tareas de entrenamiento, las personas practicaron tener en cuenta cosas y realizar tareas con esa información. La esperanza era que esto mejoraría el funcionamiento en áreas del cerebro críticas para la capacidad de la memoria de trabajo.

Un artículo publicado en la edición de julio de 2016 de Perspectives on Psychological Science por Monica Melby-Lervag, Thomas Redic y Charles Hulme realizó un metaanálisis de estudios publicados sobre los efectos del entrenamiento de la memoria de trabajo. Un metaanálisis analiza varios estudios publicados para determinar la influencia general de un tratamiento.

Estos investigadores se enfocaron en estudios en los que a un grupo se le dio entrenamiento de memoria de trabajo durante un período de tiempo y había un grupo de control. Un grupo de control es un grupo de comparación de personas que no reciben el tratamiento de interés. Los investigadores señalan que hay dos tipos de grupos de control. Algunos grupos de control no reciben tratamiento. Otros se someten a un tratamiento diferente al que se está estudiando. Los grupos de control tratados son importantes porque pueden existir efectos placebo incluso en el entrenamiento cognitivo. Simplemente creer que ha hecho algo que mejorará su funcionamiento mental puede mejorar su desempeño en tareas posteriores.

El metanálisis trató dos preguntas. En primer lugar, ¿el entrenamiento de la memoria operativa mejoró el rendimiento en las pruebas de memoria de trabajo en general? En segundo lugar, el entrenamiento de la memoria operativa mejoró el desempeño en tareas cognitivas de manera más amplia.

Los resultados fueron bastante claros. El entrenamiento de la memoria de trabajo mejoró el rendimiento en las pruebas de memoria de trabajo relacionadas durante un corto período de tiempo, pero esas mejoras no duraron. No hubo evidencia de que las pruebas de memoria operativa hayan mejorado el rendimiento en otras pruebas de rendimiento cognitivo, como tareas de razonamiento o tareas de comprensión lectora.

Hubo algunos estudios iniciales que sugerían que el entrenamiento de la memoria operativa podría tener un impacto más amplio en el rendimiento mental, pero estos estudios tendían a utilizar grupos de control no tratados. Por lo tanto, los hallazgos pueden haber sido efectos de placebo en lugar de demostraciones de que el entrenamiento de memoria de trabajo es realmente eficaz.

Vale la pena pensar por qué el entrenamiento de la memoria de trabajo no tuvo una influencia significativa en el rendimiento. Una posibilidad es que la capacidad de la memoria de trabajo es realmente difícil de mejorar. Es posible que la memoria de trabajo sea un aspecto central de la arquitectura cognitiva de las personas, y que no sea algo que el simple entrenamiento conductual durante varias semanas pueda afectar.

Otra posibilidad es que la capacidad de la memoria operativa se pueda mejorar hasta cierto punto, pero que es difícil coordinar estas mejoras con otros aspectos de la arquitectura mental de las personas de forma que conduzcan a un buen rendimiento. Es decir, un buen rendimiento cognitivo no se trata solo de las materias primas del cerebro que usamos para pensar. También se trata de la coordinación entre las regiones del cerebro que brindan la información que se necesita exactamente cuando se requiere. Incluso si el entrenamiento cerebral conduce a algunas mejoras en la capacidad de la memoria de trabajo, puede que no lo haga de una manera que coordine esas mejoras con el resto de lo que el cerebro está haciendo de manera que las personas se desempeñen más efectivamente en general.

En última instancia, los pensadores más efectivos son los que tienen el mejor conocimiento. En lugar de dedicar tiempo a tareas diseñadas para mejorar elementos de la arquitectura mental, es mejor dedicar tiempo a aprender cosas nuevas que pueden ser útiles en el futuro.

Sígueme en Twitter, en Facebook y Google+.

Mira el libro Two Guys on Your Head, Brain Briefs , y mis libros Smart Thinking , Smart Change y Habits of Leadership

Escucha mi programa de radio en KUT radio en Austin, Two Guys on Your Head , y sigue 2GoYH en Twitter y Facebook. El programa está disponible en iTunes y Stitcher.