El futuro de la infelicidad

En su libro La felicidad: una historia, Darrin McMahon explicó que, una vez, la felicidad era vista como algo que simplemente "le sucedía" a una persona. Las cosas han cambiado desde entonces. La felicidad, o al menos la búsqueda de ella, se convirtió en un derecho humano. Y con el advenimiento de las intervenciones de psicología positiva que, de forma demostrable, refuerzan el bienestar, muchas pueden hacer más que buscar la felicidad. De hecho, pueden lograrlo.

Entonces, ¿dónde deja esto la infelicidad y aquellos que regularmente la experimentan?

Mi pensamiento sobre este tema fue provocado por una conversación que tuve hace unas semanas con un cirujano sinusal, que describió (con demasiado detalle) la cirugía de los senos para el pasado y el presente. Varias décadas atrás, los cirujanos literalmente abrieron las caras de sus pacientes. Ahora los cirujanos pueden hacer lo que hacen con los senos nasales pasando por las narices de sus pacientes. El procedimiento es mucho más simple, con el efecto de que el número de cirugías sinusales ha aumentado exponencialmente.

Un efecto adicional de estos nuevos procedimientos quirúrgicos es que los senos paranasos menos que perfectos -una vez simplemente soportados con una caja de pañuelos de papel- ahora se consideran un problema médico, un trastorno o enfermedad, simplemente porque pueden tratarse.

Entonces, si ahora podemos "tratar" la infelicidad con intervenciones positivas de psicología, ¿cómo vamos a considerar una sociedad como un estado de ánimo menos que ideal y una satisfacción vital por debajo del promedio?

¿Se convertirán estas en enfermedades, literales o metafóricas?

¿Nosotras, como les gusta decir a mis amigos en las humanidades, problematizar la infelicidad?

¿Seguirá el estigma? (Algunos podrían decir que la infelicidad ya conlleva un estigma, al menos en los Estados Unidos).

Condena moral?

Legislación contra la infelicidad, al menos cuando se muestra dentro de un edificio (como fumar)?

¿Los activistas de la infelicidad protestan con tanta indiferencia?

Estoy siendo tonto en la mayoría de estas extrapolaciones, pero un punto serio acecha, no es que la infelicidad pueda tener beneficios ocasionales, lo cual es cierto. No es que la felicidad sea un bien puro, que no lo es. Más bien, es que la psicología positiva, a pesar de su postura como ciencia descriptiva, puede tener consecuencias prescriptivas imprevistas e inevitables.

¿Nos harán felices?