El problema de Couch Potato

Ser un teleadicto puede ser más peligroso de lo que piensas.

Aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 150 minutos a la semana para realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada para mantenerse saludable, demasiadas personas pasan la mayor parte de su vida sentadas, tanto en el trabajo como en el hogar. Ya sea que estemos sentados en casa viendo la televisión, jugando videojuegos, escuchando música, trabajando en una computadora o sentados en un automóvil, la vida moderna a menudo significa pasar la mayor parte de nuestros días gastando la menor cantidad de energía posible, incluso cuando estamos trabajando o estudiando.

La Red de Investigación del Comportamiento Sedentario (SBRN) define el comportamiento sedentario como "cualquier actividad de vigilia caracterizada por un gasto de energía ≤ 1.5 equivalentes metabólicos y una postura sentada o reclinada". En otras palabras, cualquier actividad sentada o reclinada. Incluso para las personas que piensan que son físicamente activas y realizan ejercicio regularmente, pasar demasiado tiempo en el comportamiento sedentario se ha relacionado con una amplia gama de problemas de salud como la obesidad, la depresión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad general.

Reconociendo el impacto de la conducta sedentaria en la salud, se están introduciendo nuevos programas para alentar a las personas de todas las edades a ser más activas. Por ejemplo, el gobierno canadiense ha presentado recientemente las Pautas canadienses para el movimiento de 24 horas para niños y jóvenes. Además de recomendar una actividad moderada y vigorosa cada día, las pautas también sugieren restringir el tiempo de pantalla recreativo (uso de televisión y computadora) a dos horas al día y restringir la sesión prolongada. Dada la importancia del sueño, las pautas también recomiendan de 9 a 11 horas de sueño cada noche para niños de cinco a trece años y de ocho a diez horas para niños de catorce a diecisiete.

Pero simplemente alentar a las personas a ser más activas puede no ser suficiente, especialmente porque cambiar los hábitos de por vida que pueden conducir a un estilo de vida menos activo puede ser extremadamente difícil. No solo las vidas menos activas se vuelven más atractivas a medida que envejecemos, sino que los avances en tecnología están eliminando lentamente muchas de nuestras motivaciones para ser más activos. Además de poder ver televisión en casa, también podemos navegar por Internet, disfrutar de películas y televisión a pedido, comunicarnos con familiares y amigos, jugar videojuegos e incluso participar en el trabajo o estudiar desde casa sin tener que salir de nuestro cómodo sillones reclinables. Para muchas personas, mantenerse activo puede ser una batalla perdida.

Para entender mejor qué motiva a las personas a ser más activas (o no), los investigadores han estado observando de cerca el papel que pueden desempeñar los rasgos de personalidad. Durante mucho tiempo se ha reconocido que ciertos rasgos como el neuroticismo pueden llevar a elecciones menos saludables de estilo de vida, incluida la mala nutrición y el tabaquismo, mientras que la escrupulosidad generalmente se asocia con elecciones positivas de estilo de vida. Para otros rasgos de personalidad, como la extraversión, la apertura y la amabilidad, el vínculo con la vida sana es más difícil de evaluar. Por ejemplo, aunque las personas con una extraversión alta pueden ser más activas físicamente, también es más probable que consuman más alcohol.

Un nuevo metaanálisis publicado en la revista Health Psychology analiza de manera exhaustiva cómo la personalidad está vinculada al comportamiento sedentario. Escrito por un equipo de investigadores de la Universidad australiana de Wollongong y la Universidad Católica de Australia, el artículo examina 26 estudios publicados de países como Australia, Dinamarca, Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Italia, Turquía y Corea del Sur. Los investigadores también incorporaron datos del Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA) que examinan la visualización televisiva y la personalidad en adultos mayores en el Reino Unido.

Como era de esperar, el comportamiento sedentario se correlacionó positivamente con el neuroticismo y negativamente con la conciencia. Otros rasgos de personalidad no fueron significativos en general. Por otro lado, parecía haber una interacción significativa entre los diferentes rasgos de personalidad y el tipo de conducta sedentaria que preferían los participantes. Por ejemplo, las personas con mucha extraversión pasaron más tiempo participando en las redes sociales, pero mucho menos tiempo jugando juegos de computadora y tiempo de pantalla de la computadora en general.

También parecía haber diferencias significativas en cuanto a la edad, siendo la apertura más importante para reducir el comportamiento sedentario en los participantes mayores, mientras que la amabilidad parecía ser más importante para reducir el comportamiento sedentario en las personas más jóvenes. Este vínculo negativo entre la amabilidad y el comportamiento sedentario fue también más significativo en las participantes femeninas. Sin embargo, en general, el tamaño de las correlaciones obtenidas por los investigadores tendió a ser moderado en el mejor de los casos.

¿Entonces qué nos dice esto? Si bien estos resultados confirman que los rasgos de personalidad pueden afectar el tipo de elecciones de estilo de vida que las personas hacen, el vínculo real, aunque significativo, tiende a no ser tan fuerte. Las personas eligen vivir estilos de vida sedentarios por una variedad de razones y esas razones pueden cambiar a medida que envejecemos. Incluso para aquellos que son naturalmente extrovertidos y que disfrutan de ser activos, participar activamente en las redes sociales puede significar pasar una cantidad sustancial de tiempo sentado frente a una computadora. Aún así, rasgos como el neuroticismo y la escrupulosidad parecen tener una gran influencia en la actividad física que podemos decidir ser y también pueden ayudar a explicar por qué es tan difícil salir de nuestros viejos hábitos sedentarios y volvernos más activos.

En términos prácticos, comprender cómo la personalidad puede influir en las elecciones de estilo de vida, como la conducta sedentaria, puede ser útil para los profesionales de la salud que tratan de alentar a los pacientes a ser más activos. Ayudar a cambiar el neuroticismo y otros rasgos arraigados que podrían estar socavando nuestra salud puede ser esencial para vivir vidas más largas y activas.