¿Estas solo esta noche?

¿Alguna vez has estado solo? Por supuesto que tienes Es natural sentirse solo, especialmente después de una separación o mudarse a una nueva ubicación. ¡No tendríamos música country ni blues si nadie se sintiera solo! Pero hay otro tipo de soledad, la soledad que persiste y esa soledad es letal.

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La respuesta es soledad. Hay una creciente epidemia de soledad y nos está matando silenciosamente. La soledad está en todas partes a nuestro alrededor, pero no nos atrevemos a hablar de ella, ya que somos estadounidenses, orgullosos de nuestro fuerte individualismo, inmersos en el mito de la autosuficiencia. Un número cada vez mayor de nosotros se siente solo y avergonzado porque erróneamente lo consideramos una señal de debilidad.

Las personas pueden ser encarceladas en su soledad, que es lo que le sucedió al problemático programador de computadoras presentado en la exitosa serie de televisión "Mr. Robot. "Se metió en la vida privada de su terapeuta y resonaba con su aislamiento. Esa conexión humana le permitió gritar en una sesión de terapia: "¡Quiero salir de la soledad, como tú!" De hecho, muchos de nosotros lo hacemos.

Nuestras vidas están cada vez más aisladas. Muchos de nosotros somos solteros, vivimos solos, no pertenecemos a iglesias ni a grupos de voluntarios, tenemos viajes diarios más largos ni trabajamos desde casa, sin el contacto social casual de la nevera y la sala de café. El aislamiento social puede deslizarse furtivamente en una vida y, sin nada que lo desaloje, convertirse en la nueva normalidad.

Puedes estar solo en una multitud. Puedes estar solo en un matrimonio. Uno de los ingredientes básicos de una buena vida es tener un confidente: alguien a quien contar tus problemas, alguien que "te atrape", que "te vea", que esté feliz de escucharte. Sin embargo, uno de cada cuatro de nosotros no tiene confidente fuera de la familia. Otro de cada cuatro no tiene confidente en absoluto.

Piense en eso: la mitad de todos los estadounidenses no tienen amistades cercanas.

La ciencia ha podido observar los efectos de la soledad incluso a nivel celular, aunque aún no se comprende cómo sucede. Esto, sin embargo, se entiende bien: no solo necesitamos que la conexión humana sea integral, sino que la necesitamos para seguir con vida.

Déjame ser claro, pasar el tiempo solo no es el problema. La soledad no es soledad. La soledad es deliciosa y necesaria. Nutre la paz y la creatividad. Soledad recarga las baterías … que luego pueden conectarse.

Es hora de desestigmatizar la soledad. Es una condición humana, no un defecto de carácter. No solo no hay vergüenza en la soledad, no hay nobleza. Es noble anhelar ser parte de algo más grande que uno mismo, y para hacerlo uno debe conectarse. ¿Hay alguien de quien no has tenido noticias en un momento? Llámalos. Haz una conversación con ese vecino que siempre parece estar solo.

Si está solo ahora, es importante saber que no está solo. Bienvenido al club … y saluda a otro miembro.