Esto es lo que sucede cuando los niños hacen suficiente ejercicio

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La evidencia es clara: la actividad física es excelente para los niños. Investigadores de todo el mundo coinciden en que los jóvenes activos tienen una mejor función cerebral, una mayor autoestima, más motivación y un mejor rendimiento escolar.

Como madre de tres niños pequeños, puedo dar fe de la dificultad de hacer que se muevan todos los días, especialmente a medida que los días se acortan y el clima se hace más frío. Así que estaba muy emocionado cuando nuestra escuela primaria lanzó un programa para caminar y correr. Esencialmente, los niños se dirigen a la pista de la escuela varias veces por semana para iniciar algunas vueltas. También existe la posibilidad de caminar o correr antes de la escuela. A medida que los niños suman las millas, ganan premios, que se muestran como insignias de honor.

Ayer, mis hijos llegaron a casa con camisetas como prueba de que cada uno había cubierto la distancia de un medio maratón desde el comienzo del año escolar. Su emoción me hizo pensar, ¿cómo ayudan los programas de actividad física a los niños? Claro, mis hijos están orgullosos de su nuevo equipo, pero ¿hay algún efecto más amplio?

De hecho, existe un cuerpo sólido de evidencia de que la actividad física durante el día escolar beneficia a los estudiantes en una variedad de áreas.

Para empezar, dos revisiones sistemáticas distintas muestran que cuando los maestros toman el tiempo de clase para la actividad física, los niños tienen más probabilidades de alcanzar la cantidad recomendada de una hora diaria de actividad física. (Una investigación publicada en el American Journal of Preventive Medicine encuentra que hay otras dos formas que mejor ayudan a los niños a hacer suficiente ejercicio todos los días: educación física obligatoria y traslado activo a la escuela).

Durante el día escolar, los niños no necesitan hacer ejercicio durante largos períodos de tiempo. Una revisión de los estudios publicados en 2011 descubrió pequeñas ráfagas de actividad física (10 minutos o menos) y aumentó la atención de los niños en el aula. Otra revisión de 2011 encontró que los niños que tomaron descansos cortos para la actividad física también se desempeñaron mejor en la escuela y mostraron niveles más bajos de estrés y mejores estados de ánimo.

¿Qué hay de vincular la actividad física con la enseñanza? Una revisión publicada en 2015 encontró que cuando los niños aprenden mientras mueven sus cuerpos, rinden significativamente mejor en las pruebas estandarizadas. Hay todo tipo de ejemplos de cómo hacer que esto suceda, como hacer saltos mientras recita palabras de ortografía o jugar "math hopscotch".

El mensaje para llevar a casa es claro: cuando los niños son físicamente activos durante todo el día, son más saludables, tanto física como psicológicamente, y tienen un mejor rendimiento en la escuela.

Como padre, hay muchos pequeños pasos que puede tomar para asegurarse de que sus hijos estén haciendo suficiente ejercicio.

Si es posible, anime a sus hijos a caminar o andar en bicicleta a la escuela. Y ve junto con ellos. También se beneficiará del ejercicio.
Póngase en contacto con el liderazgo de su escuela para preguntar sobre un programa de actividad física en toda la escuela. Estos tipos de programas a menudo están encabezados por organizaciones de padres y maestros, y son una excelente manera de hacer una diferencia en su comunidad.
No subestime la importancia de utilizar pequeños bloques de tiempo para ayudar a que sus hijos se vuelvan activos. ¿Tienes unos minutos antes de ir a la escuela por la mañana? Salta la cuerda en el camino de entrada, o compite con tus hijos alrededor de la cuadra. La evidencia realmente muestra que pequeñas ráfagas de actividad son beneficiosas.