La creencia importa para mejorar las capacidades de la memoria

Si crees que no tienes buena memoria, probablemente no la tengas. No es solo una cuestión de autoconciencia. Las creencias sobre la capacidad de la memoria pueden causar mala memoria. Si cree que tiene tal debilidad, puede que no haga lo necesario para mejorar su capacidad de memoria.

Nuestra perspectiva cultural sobre el deterioro mental en los ancianos puede en realidad ser una causa de mala memoria. Los investigadores han notado que las personas mayores NO tienen malos recuerdos si viven en culturas (como China) donde se venera la vejez y no hay un sesgo general sobre el deterioro mental con la edad. Retomando este tema, un investigador de la Universidad de Harvard estudió a 90 personas, de 60 años o más, y descubrió que podía cambiar el rendimiento de su tarea de memoria manipulando sus creencias sobre sus habilidades de memoria.

La manipulación implicó crear un sesgo sobre la capacidad de la memoria. Los sujetos vieron una lista de aproximadamente 50 palabras que representaban comportamientos seniles ("distraído", "senil", etc.) o representaban comportamientos "sabios" ("ve todos los lados de los problemas", "inteligente", etc.). Las listas se presentaron en una pantalla de computadora y se les pidió a los sujetos que noten si se produjo un destello por encima o por debajo de un ojo de toro en el que debían enfocarse. Los sujetos deben señalar la ubicación del flash lo antes posible con la pulsación de una tecla de computadora. La velocidad de presentación del estímulo fue lo suficientemente lenta como para permitir codificar los mensajes subliminales, pero lo suficientemente rápido como para evitar que se registraran conscientemente. Esta fue una forma para que el experimentador hiciera el condicionamiento subliminal e implícito. Los mensajes se presentaron en cinco conjuntos, cada uno con 20 palabras. Antes y después de la intervención, los sujetos recibieron tres tipos diferentes de pruebas de memoria que se sabe que evalúan los tipos de disminución de la memoria que ocurren en la vejez.

Los resultados de la prueba revelaron una correspondencia entre el rendimiento de la memoria y el sesgo condicionado. En comparación con los puntajes de la memoria previa a la prueba, los puntajes posteriores a la prueba aumentaron en el grupo que recibió certeza con palabras que significaban sabiduría y fueron más bajos en el grupo que recibió certeza con palabras que sugerían senilidad.

Las implicaciones para el rendimiento de la memoria del mundo real parecen claras. Si realmente creemos que podemos recordar bien, ¡quizás podamos! Creer puede cambiar nuestra actitud y motivarnos a hacer las cosas que lo harán así.

La creencia cambia la actitud, la actitud cambia el rendimiento

El psicólogo Martin Seligman escribió un magnífico libro, "El optimismo aprendido", que señala que tanto el optimismo como el pesimismo son actitudes aprendidas, estilos explicativos que la gente usa para evaluar las causas de sus éxitos y fracasos.

Seligman incluso tiene una prueba que mide el estilo explicativo de uno, en una escala que va desde un estilo optimista (con eventos negativos temporales, específicos y externos) hasta el estilo pesimista (donde se los considera permanentes, generalizados y personalizados). Los optimistas aprenden de sus debilidades y fracasos porque creen que pueden ser superados, no dominantes pero de alcance limitado. Los optimistas saben que pueden arreglar lo que está mal. Los pesimistas dejan de intentarlo, porque han llegado a la conclusión de que sus defectos son permanentes, penetrantes y característicos de ellos mismos. Los efectos de estos estilos contrastantes afectan claramente la visión de uno de su capacidad para mejorar el pensamiento y la memoria. La buena noticia es que uno puede aprender un estilo explicativo más beneficioso, en efecto, cambiando la actitud de uno.

El punto es este: si estás motivado para desarrollar una mejor memoria y crees que puedes, es mucho más probable que hagas lo que sea necesario para tener una mejor memoria.

Copyright 2010 WR Klemm