La intimidad comienza dentro

La auto-intimidad es esencial para las relaciones íntimas sanas con los demás.

Cuando pensamos en las relaciones íntimas, la mayoría de nosotros pensamos primero en la intimidad entre socios o amigos. La intimidad personal es un estado en el que dos personas son realmente capaces de abandonar sus capas externas de defensa y protección y permiten que el otro lo vea como realmente es, mientras que puede crear el espacio en el que su pareja se siente segura lo suficiente para hacer lo mismo.

La intimidad personal se trata de estar dispuesto a dejar que alguien te vea como eres en realidad mientras estás dispuesto a permitirte ver a esa persona como realmente es. Se trata de la falta de artificio o protección y requiere un gran coraje para la mayoría de la gente, ya que pone al descubierto las partes y piezas de nosotros mismos y nuestra historia que preferiríamos que otros no se den cuenta que llevamos con nosotros.

Auto-intimidad: no es tan simple como suena

Aunque establecer intimidad con otra persona puede ser muy valiente, estar abierto a la intimidad con uno mismo puede ser una tarea sorprendentemente desafiante. Parece que hay dos extremos en lo que respecta al autoexamen: si se trata de una contemplación literal de un espejo o un reflejo interno. En un extremo están aquellos de nosotros que nos miramos en un espejo y notamos cada falla, ya sean líneas de la risa, imperfecciones, características asimétricas, lo que sea. Luego, hay otros de nosotros que solo echamos un rápido vistazo para asegurarnos de que no haya nada demasiado horroroso o vergonzoso en nuestra apariencia y salir corriendo por la puerta.

Estar en algún lugar entre estos dos extremos es el punto de vista más efectivo para construir una conexión íntima con tu yo interior. Tienes que poder verte a través de los ojos de alguien que te ama por lo que eres y que sabe lo que vales. La autoestima se desarrolla en función de cómo percibimos que los demás nos perciben. La auto-intimidad requiere que nos veamos tal como realmente sabemos que somos.

Tomar tiempo para establecer la auto-intimidad es importante

Cuando no nos damos un tiempo a solas para la reflexión y la intimidad, nos estamos dejando ir demasiado fácilmente en la vida y no nos estamos sujetando al escrutinio interno que nos permite el espacio para reconocer y abordar las áreas en las que podemos necesitar crecer. También necesitamos tiempo a solas con nosotros mismos para reconectarnos con quiénes somos cuando “aparecemos” en las relaciones con los demás.

Al elegir intencionalmente pasar el tiempo solo, también está reconociendo el valor de su personalidad y el valor inherente de ser quien es. La necesidad de rodearse de la compañía de los demás a menudo refleja la necesidad de medir la autoestima por popularidad o para proporcionar “evidencia” de su deseabilidad social.

Está bien disfrutar de pasar tiempo con aquellos que se preocupan por ti, esto también debería incluir pasar tiempo a solas contigo mismo.

Sugerencias para hacer espacio para una soledad sana y la auto-intimidad

Es importante que cada uno de nosotros tenga tiempo para sentarse y simplemente “ser” en nuestra propia piel. Tal vez encuentres una conexión contigo mismo a través de la meditación, la reflexión silenciosa o la autoexploración intencional. El objetivo de la soledad interior saludable es proporcionar un espacio para explorar los pedazos de ti mismo que atesoras o que deseas cambiar.

La soledad sana no se trata de golpearte a ti mismo por errores o conductas pasadas, arrastrarte hacia abajo mientras revisas tus percances o fallas percibidas, o cuando rumias en interacciones que no han ido como te hubiera gustado. Está destinado a ser un espacio de aceptación de sí mismo donde también se desarrollan planes para cambios en la vida.

  1. Un buen hábito para alentar la soledad sana es programar caminatas diarias reflexivas que le permitan un espacio para revisar en silencio un aspecto particular de su vida o de uno mismo que necesita atención. Estos paseos pueden integrarse en su rutina habitual: caminar hacia su oficina desde el estacionamiento (solo preste atención al tránsito y tenga cuidado) es una forma de crear espacio para la intimidad personal.
  2. Tomar cinco minutos al comienzo o al final de la hora del almuerzo también puede ser un espacio en el que pueda “voltear las rocas y las piedras” y ver qué se esconde o se acumula en su interior.
  3. Crear un espacio para escribir en diario en su vida – por la noche antes de acostarse o en su tableta, teléfono inteligente o computadora portátil, justo después de que salga del trabajo o en la mañana diez minutos antes de comenzar su jornada laboral son tres opciones diferentes para construir la soledad personal que se hace cada vez más necesaria a medida que nuestras vidas y nuestra tecnología se entrelazan cada vez más.

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