La mirada masculina y el miedo a pasar inadvertido y no aceptado

La proverbial "mirada masculina" hace que muchas mujeres se sientan hiper-sexualizadas y culpables de su propia feminidad, mientras que otras se sienten desexualizadas, como si no existieran.

Para muchas mujeres jóvenes y adolescentes en particular, la aceptación masculina está ligada al sentimiento de ser mirado y observado. Las niñas que sienten que no están atrayendo la atención masculina se dejan sentir no aceptadas, alienadas y como si su feminidad estuviera en duda.

Como resultado de experimentar estos extremos, muchos prefieren al menos sentir que existen al ser notados y vistos por el sexo opuesto. La alternativa es sentirse menos que humano. En los adolescentes, vemos que este fenómeno ocurre cuando las jóvenes comienzan a adoptar un aire extremo de feminidad o infantilismo al abrazar una especie de persona pasiva, fácil, risueña e incluso divagante. Algunas adolescentes comienzan a optar por dejar de lado los deportes más agresivos que tanto disfrutaban en la infancia. Renuncian a hacer lo que les hace sentir fuertes y reemplazan esta búsqueda con un enfoque híper para parecer físicamente atractivos. Todo esto puede parecer arriesgado y confuso para los padres, pero en general estas tendencias representan el temor de las adolescentes a pasar inadvertidas y, por lo tanto, no aceptadas.

Las niñas aprenden desde el principio que si les facilitan la tarea a los niños, si se muestran atractivas y adoptan una actitud no amenazante y no desafiante, es más probable que obtengan esa mirada masculina. Esto puede ser frustrante para los cuidadores que pueden sentir que sus niñas sólidamente seguras desaparecen ante sus ojos.

La realidad es que las chicas están trabajando duro para hacer frente a una cultura que tiende a hipersexualizar o desexualizar a las mujeres. El grupo de edad adolescente lleva esta tendencia cultural a un extremo. Para que las niñas sientan que importan y existen para los adolescentes, deben ser notadas.

Como resultado, las niñas se enfocan en sentirse aceptadas a cualquier precio. Ser sexualizado por hombres es una forma para que muchas mujeres sientan su propia feminidad, para obtener la confirmación. Los abucheos, las miradas de asco, todos dejan a una mujer o a una chica incómodas; no obstante, la atención significa que ella existe.

Como lo describo en Tener sexo, querer la intimidad, por qué las mujeres se conforman con las relaciones unilaterales, cuando ser vistas y evaluadas es el único medio para darse cuenta de la feminidad y la existencia, las chicas desechan sus sentimientos internos. Se vuelven tan fuera de sintonía con sus propios impulsos y necesidades emocionales que, cuando entran en la edad adulta, encuentran natural abrazar a aquellos que no toman en serio sus sentimientos. Como mujeres, continúan recurriendo a avenidas externas para la autovalidación, centrándose en cómo aparecen para esa mirada masculina mientras descuidan la búsqueda del autoconocimiento y la auténtica intimidad emocional.

Ayude a las niñas hablando con ellas sobre cómo se sienten, cómo importan y cómo se las puede apreciar en más formas que su apariencia externa. Habla directamente con ellos. Hágales saber que fomentar relaciones sanas, sexualmente satisfactorias y emocionalmente íntimas con los hombres en la edad adulta significa entrenarse uno mismo en la infancia para mantenerse firmemente conectados con lo que ella misma valora emocionalmente.

Jill P. Weber, Ph.D. es un psicólogo clínico y autor de Tener sexo, querer intimidad, por qué las mujeres se conforman con las relaciones unilaterales. Haga clic aquí para seguir a Jill en Facebook o aquí para seguir a Jill en Twitter @DrJillWeber.