Luchas de poder adolescente y trastornos de la alimentación

Los años de la adolescencia suelen generar sentimientos de separación y autonomía, lo que a menudo lleva a una lucha de poder entre un adolescente y sus padres. Mantener una línea abierta de comunicación entre padres y adolescentes es difícil, pero integral para su desarrollo y crecimiento. Las luchas de poder, sin embargo, pueden ser especialmente difíciles -y atemorizantes- para las familias que tienen un adolescente que padece un trastorno alimentario.

Hay muchas razones por las cuales un trastorno alimenticio se desarrolla en adolescentes. Una de ellas es que los trastornos alimentarios sirven para expresar sentimientos y comportamientos que no necesariamente se pueden verbalizar. El manejo interno de problemas y problemas que enfrenta un adolescente es bastante común, sin embargo, cuando los adolescentes expresan estos problemas a través del lenguaje de un trastorno alimentario, puede convertirse en una forma de comunicación muy poco saludable y autodestructiva.

Sin embargo, en verdad, la mayoría de las personas con trastornos alimenticios tienen dificultades para experimentar y expresar emociones. Los síntomas son una forma conductual de expresar lo que no se puede o no expresar emocionalmente. Por lo tanto, un niño típico que está enojado con un padre puede cerrar de golpe la puerta, ponerse de mal humor, evitar el contacto o no seguir las tareas del hogar. Un niño con un trastorno de la alimentación puede optar por no comer o vomitar.

Es más fácil tener consecuencias para la lucha de poder que se produce cuando un niño no saca la basura; pero es dolorosamente sensible y atemorizante tener consecuencias para el niño que decide no comer como una forma de expresar su insatisfacción o deseo de autonomía.

De cualquier manera, mi consejo para las familias es el mismo. Ayudar a un adolescente a encontrar una voz emocional, no conductual, es clave para desmantelar las luchas de poder. Para las familias que tienen un hijo con un trastorno alimentario, esto es primordial. Las palabras deben reemplazar las conductas destructivas o que amenazan la vida. Aquí hay cosas que considerar para las familias que luchan con el trastorno alimentario de sus hijos:

  • La separación y la autonomía son tareas inevitables y necesarias de la adolescencia. Apoyar la separación saludable de un niño con un trastorno alimentario es clave para la recuperación.
  • Los niños con un trastorno alimentario tienen una mayor dificultad para desarrollar estas tareas y expresar sus sentimientos, especialmente la ira. Comprenda que su trastorno alimenticio no es un acto voluntario, sino uno de impotencia y dolor. En última instancia, su intento no es frustrarlo, sino hacerse daño.
  • Los adolescentes con un trastorno alimentario necesitan tu voz de comprensión, fijación de límites razonables y compromiso. Hablar sobre lo que son o no están comiendo no suele ser útil y a menudo provoca la lucha por el poder. Señale cuando vea a su hijo usar sus síntomas como un arma y pregúnteles si pueden compartir con palabras lo que sienten.
  • Es probable que la ansiedad de un padre aumente comprensiblemente durante el curso de la enfermedad de su hijo. Mantener su ansiedad bajo control ayudará con el pensamiento racional en sus respuestas, particularmente cuando el comportamiento de su hijo es provocativo y atemorizante.

Lo más importante es buscar la ayuda de profesionales. La terapia familiar sólida puede enseñar a todos los miembros cómo entender e interpretar las luchas de poder y cómo desmantelarlas para que las conductas de desórdenes alimentarios sean reemplazadas por la comunicación y la rebeldía apropiada de los adolescentes.

NOTA: Esta publicación se publicó originalmente en MomItForward.com el 4 de enero de 2012: http://momitforward.com/teenagers-information-for-families-struggling-with-a-childs-eating-disorder