Medicamentos recetados utilizados para tratar el TDAH: una breve reseña

Tanto los estimulantes como los medicamentos no estimulantes son ampliamente utilizados para tratar el TDAH.

Tratamientos farmacológicos del TDAH

Mi publicación anterior resumió la epidemiología y las causas del TDAH. En esta publicación de blog, reviso la eficacia y los efectos adversos de los tratamientos farmacológicos convencionales del TDAH. Las publicaciones posteriores analizarán la evidencia de estrategias de tratamiento no farmacológico que incluyen suplementos naturales, biorretroacción de EEG y otros.

Estimulantes: eficacia y efectos adversos

Los medicamentos estimulantes son el tratamiento occidental estándar del TDAH; sin embargo, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y otros antidepresivos también se usan con diversos grados de éxito. Las formas de liberación prolongada de estimulantes son mejor toleradas y, con menor frecuencia, conducen al abuso. Las tasas de abuso de estimulantes pueden ser especialmente altas en individuos con trastorno de conducta comórbido o abuso de sustancias. El uso de estimulantes en estas poblaciones debe controlarse o evitarse cuidadosamente. Los estimulantes de acción prolongada se asocian con un abuso relativamente menor porque cruzan la barrera hematoencefálica de forma más gradual que los estimulantes de liberación inmediata. El dimesilato de lisdexanfetamina estimulante de acción prolongada recientemente introducido es un profármaco con eficacia comparable a los estimulantes de acción prolongada existentes pero con un menor potencial de abuso, ya que debe metabolizarse en el intestino antes de convertirse en el fármaco activo d-anfetamina.

Aproximadamente un tercio de los niños y adolescentes que toman estimulantes experimentan efectos adversos significativos, que incluyen dolor abdominal, disminución del apetito e insomnio, y 10% experimentan efectos adversos graves. Debido a que los estimulantes se clasifican como medicamentos programados o restringidos (dependiendo del país), las recetas generalmente se limitan a un suministro corto; esto puede ocasionar interrupciones en el tratamiento y empeoramiento sintomático transitorio cuando no se obtienen recargas a tiempo. Un tercio de todas las personas que toman estimulantes para el TDAH reportan efectos adversos significativos, que incluyen insomnio, disminución del apetito y dolor abdominal. Se han informado casos esporádicos de psicosis inducida por estimulantes. Los efectos neurotóxicos asociados con el uso de estimulantes a largo plazo no se han dilucidado completamente; sin embargo, el uso crónico de anfetaminas en la niñez se asocia con una disminución en el crecimiento. Los estimulantes y otros tratamientos convencionales del TDAH en adultos pueden ser solo la mitad de efectivos que en los niños. Solo los estimulantes de acción prolongada han sido aprobados por la FDA para el tratamiento del TDAH en adultos, sin embargo, los estimulantes de acción corta son los tratamientos convencionales más prescritos en esta población.

Medicamentos no estimulantes: eficacia y efectos adversos

Los estimulantes de liberación controlada, el buproprión y los antidepresivos ISRS se utilizan cada vez más en la población adulta con TDAH; sin embargo, los hallazgos de la investigación sugieren que estos medicamentos pueden no ser tan eficaces como los estimulantes. La atomoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de norepinefrina (IRSN), es el único fármaco no estimulante que ha sido aprobado por la FDA para adultos diagnosticados con TDAH. La atomoxetina tiene menos potencial de abuso pero puede no ser tan eficaz como los estimulantes. La atomoxetina también está aprobada por la FDA para el tratamiento del TDAH infantil, sin embargo, existen preocupaciones crecientes sobre sus efectos adversos, que incluyen hipertensión, taquicardia, náuseas y vómitos, toxicidad hepática y posiblemente un mayor riesgo de suicidio. En Australia, la atomoxetina está registrada para su uso por la Administración de Productos Terapéuticos. Otros fármacos no estimulantes recientemente aprobados por la FDA para el tratamiento del TDAH infantil incluyen el modafinil, la reboxetina y los agonistas α-2-adrenérgicos clonidina y guanfacina.

Además de los medicamentos recetados convencionales, la modificación del comportamiento es un tratamiento convencional ampliamente utilizado del TDAH en los niños. La psicoterapia y el apoyo psicosocial ayudan a reducir la ansiedad y los sentimientos de pérdida de control que con frecuencia acompañan al TDAH. Algunos hallazgos respaldan que la terapia cognitivo-conductual (TCC) reduce la gravedad de los síntomas en adultos diagnosticados con TDAH.

Para conocer los tratamientos no farmacológicos del TDAH, consulte mi libro electrónico “Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: la solución integral de salud mental”.

Referencias

“Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: la solución integral de salud mental”, por J. Lake MD http://theintegrativementalhealthsolution.com/attention-deficit-hyperactivity-disorder-adhd-the-integrative-mental-health-solution.html