¿Por qué un cambio en la conversación con uno mismo es la mejor estrategia de cuidado personal?

Cuidar de nosotros mismos comienza con cambiar la forma en que nos hablamos

Desplácese a través de su feed de redes sociales en cualquier día dado, y está obligado a ver algo relacionado con el tema del cuidado personal. Por lo general, vendrá en forma de una lista que incluye varias sugerencias para cuidarse, como dibujar un baño de burbujas, tomar té, escribir en un diario o salir a caminar. El hecho de que se promueva este tipo de material es prometedor, y es probable que las recomendaciones que se hacen a menudo en las conversaciones de autocuidado alivien a quienes las prueben. Pero rara vez se menciona en estas conversaciones es una de las formas más importantes de autocuidado: hablar a sí mismo.

Si ha estado en terapia o profundizado en el género de autoayuda, es probable que haya encontrado el término autodisciplina, que, como cualquiera podría adivinar, se refiere a la forma en que hablamos con nosotros mismos. Tiene mucho que ver con nuestra sensación de bienestar, y es algo que puede ayudarnos o perjudicarnos de maneras bastante significativas. A lo que nos referimos como autodisciplina negativa suele estar en la raíz de muchos desafíos de salud mental, como el estrés, la depresión y la ansiedad. Alternativamente, se ha encontrado que un cambio hacia una conversación más positiva afecta poderosamente la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos.

Hacer cambios deliberados en su conversación interna es una de las maneras más significativas en que puede cuidarse a sí mismo, especialmente si tiende a hablarse a sí mismo de forma desagradable. El primer paso para convertir el diálogo personal en autocuidado es desarrollar una conciencia consciente de sus pensamientos, notando cómo se habla a sí mismo de manera regular. La mayoría de las personas desconocen el tipo de cosas que se dicen a sí mismas. O bien están demasiado distraídos para prestar atención o se han acostumbrado tanto a ellos que no reconocen el efecto negativo que tiene sobre ellos. Comience a hacer un inventario de su diálogo interno. Reconozca la forma en que se trata y practique detener los pensamientos inútiles en sus pistas. Al ser más consciente del tono de su conversación interna, estará en el buen camino para cambiar positivamente su experiencia interior.

El siguiente paso en su proceso de transformar la conversación personal en autocuidado será tomar el control de la conversación que tiene consigo mismo. La realidad es que todos tienen un crítico interno dentro de ellos, y puede ser bastante cruel e implacable. Para algunos, el crítico interno es un acosador que los tortura en cada momento del día. Pero incluso si no es tan extremo, es probable que tengas ciertas corrientes de conversaciones internas que, si no tienes cuidado, pueden paralizarte. Cuidarse a sí mismo significa captar el diálogo interno crítico y reemplazarlo con una narrativa interna más afirmativa. Si te esfuerzas por pensar cómo suena la autodisciplina del autocuidado, imagínate hablar contigo mismo como lo haría un padre amoroso. Sé amable, alentador, amable y generoso con los mensajes que te envíes. Sea razonable con sus expectativas. Acepta, y extiende el perdón. Con el tiempo, este cambio a una conversación interna más enriquecedora mejorará su salud mental y emocional, y de ese modo apoyará su bienestar general.

El cuidado personal es importante, y no hay duda de que se beneficiará al hacer más de eso. Pero incluso para llegar al punto de cuidarse con jugos verdes o días de descanso, debe creer que vale la pena y darse permiso para que el cuidado personal sea una prioridad. Tu diálogo interno es precisamente lo que hará la diferencia entre estar abierto al cuidado personal o descuidar tus necesidades; así que evalúa cómo te estás hablando a ti mismo y asume el desafío de hacerlo más solidario.