Por qué deberías fortalecer tu vocabulario emocional

Los sentimientos son mucho más que “buenos” o “malos”.

Mariana Plata

Fuente: Mariana Plata.

El año pasado, creé una publicación para Instagram que decía: “los sentimientos no son buenos ni malos, todos son importantes”. A lo que un seguidor le preguntó apropiadamente: “¿Cómo llamamos a los” malos “, entonces?”

Cuando digo que los sentimientos no son “buenos” o “malos”, estoy hablando del valor moral que les hemos dado. Regresemos al momento de cuando eras más joven: ¿Cómo reaccionaron tus padres cuando ganaste un premio en la escuela o cuando hiciste un trabajo especialmente bueno en una actividad extracurricular?

Ahora, pensemos en cómo reaccionaron tus padres cuando te lastimaron mientras jugabas afuera, o cuando tenías una rabieta, o cuando estabas triste por una pelea que tuviste con un hermano o amigo.

¿Te das cuenta de la diferencia?

Empecemos desde el principio

Por lo general, los padres responden a las conductas y situaciones de la mejor manera posible. Sabemos cómo manejar sentimientos agradables, como la felicidad o la emoción, mucho mejor que los desagradables. Sin embargo, cuando algo les sucede a sus hijos que no pueden controlar, los padres ingresan rápidamente en un modo de alerta. Esto es lo que Dan Siegel llama “voltear la tapa”, una analogía que usa para explicar lo que sucede cuando nuestros cerebros racionales se desconectan de nuestros cerebros emocionales.

Cuando esto sucede, nuestros cerebros son “secuestrados” y no podemos pensar. En consecuencia, cuando no podemos pensar con claridad, los padres reaccionan a la defensiva ante sentimientos desagradables, a los que normalmente llamamos “malos sentimientos”.

Cuando lo analizamos desde este ángulo, no es sorprendente pensar que hemos estado condicionados, desde muy pequeños, a ver esas emociones que nos disgustan como “malas”. Y el escenario se vuelve aún peor cuando recibimos comentarios como ” no te sientas mal “cuando finalmente tenemos el coraje de expresar estos sentimientos desagradables.

¿Por qué desarrollar un vocabulario emocional?

Es importante desarrollar un vocabulario emocional porque nos ayuda a tener más respuestas que “buenas” o “malas” cuando alguien nos pregunta cómo lo estamos haciendo. Dar un valor moral (como bueno o malo) a nuestros sentimientos solo refuerza la vergüenza y la culpa, lo que dificulta nuestra capacidad de identificar y reconocer nuestros sentimientos. Cuando permitimos que la vergüenza y la culpa se unan a nosotros, tenemos un mayor riesgo de reprimir nuestros sentimientos y limitar nuestra expresión emocional.

Cuanto antes desarrollemos un vocabulario emocional, y nunca sea demasiado temprano o demasiado tarde para comenzar, mayores serán nuestras posibilidades de cultivar la madurez emocional y el crecimiento interior.

Ejemplos de sentimientos agradables incluyen:

  • Emoción
  • Felicidad
  • Orgullo
  • Motivación
  • Gratitud
  • Sorpresa
  • Optimismo
  • Tranquilidad
  • Confianza

Ejemplos de sentimientos desagradables incluyen:

  • Enfado
  • Tristeza
  • Frustración
  • Decepción
  • Ansiedad
  • Estrés
  • Temor
  • Vergüenza
  • Celos

Y la lista sigue y sigue … La clave es que cuanto antes podamos reconocer los signos en nuestro cuerpo como sentimientos que deben expresarse, y cuanto mejor nos identifiquemos con precisión, mayores serán nuestras posibilidades de aprender cómo manejarlos. Cuanto mayores sean nuestras posibilidades de generar empatía con los demás. Cuanto más invertimos en fortalecer nuestro vocabulario emocional, mejor será la calidad de nuestras relaciones con nuestros socios, nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo y con nosotros mismos.

Cuanto más extenso sea nuestro vocabulario emocional, más sintonizados podremos estar con las necesidades y los sentimientos de otras personas. ¿Cómo desarrollas tu vocabulario emocional y ayudas a quienes te rodean a desarrollar el suyo? Déjame saber en los comentarios a continuación.