¿Puede la positividad aumentar el rendimiento?

¿Puede un estado de ánimo positivo y un estado emocional mejorar el desempeño de un individuo en el trabajo y en las relaciones?

La Dra. Barbara Fredrickson, distinguida profesora de psicología y autora de Positivity , cree que sí. Ella argumenta que nuestras emociones están conectadas a nuestras perspectivas a través de una relación de causa y efecto. Como la positividad (definida como amor, alegría, gratitud, serenidad, esperanza y optimismo) fluye a través de nuestros corazones, al mismo tiempo amplía nuestras mentes, permitiéndonos ver el bosque y los árboles.

Fredrickson cita una investigación en la Universidad de Brandeis en la que, utilizando una sofisticada tecnología de seguimiento ocular, los investigadores han demostrado que las emociones positivas amplían la atención visual de las personas.

Una consecuencia práctica del poder expansivo de la mente de la positividad es la creatividad mejorada. La evidencia muestra que imaginar simplemente un recuerdo alegre o recibir una pequeña bondad puede marcar la diferencia en la facilidad con la que las personas encuentran soluciones creativas y óptimas para los problemas a los que se enfrentan a diario.

Los científicos de la Universidad de Cornell examinaron las formas en que los médicos realizaban diagnósticos médicos al hacerles pensar en voz alta mientras resolvían el caso de un paciente con enfermedad hepática. Los investigadores descubrieron que cuando le daban a los médicos un pequeño obsequio, incluso tan simple como un dulce, esos médicos eran mejores para integrar la información del caso y tenían menos probabilidades de llegar a un diagnóstico prematuro.

Científicos de la Escuela de Negocios Berkely Haas de la Universidad de California examinaron cómo la positividad afecta a los gerentes. Encontraron que los gerentes con mayor positividad eran más precisos y cuidadosos en la toma de decisiones y eran más efectivos interpersonalmente y difundían la positividad dentro de sus equipos de trabajo, lo que a su vez producía una mejor colaboración.

Finalmente, los científicos de la Kellog School of Management de la Northwestern University descubrieron que cuando las personas negocian gangas complejas, la positividad marca una diferencia significativa, lo que resulta en negociaciones más exitosas.

Todas las pruebas anteriores respaldan la proposición de que la positividad tiene un efecto beneficioso sobre la productividad y el rendimiento, una conclusión que los empleadores y los líderes deben tener en cuenta.