4 pasos para desarrollar la autodisciplina y la fuerza de voluntad en los estudiantes

Uno de los estudios más fascinantes que he leído en la última década fue realizado por los investigadores de la Universidad de Pensilvania, Angela Duckworth y Martin Seligman. Hace poco más de diez años realizaron un estudio longitudinal sobre dos grupos de adolescentes para medir la autodisciplina en los estudiantes. Los resultados provienen del autoinforme, el informe de los padres, el informe del docente y los cuestionarios de elección monetaria, que se presentan en el semestre de otoño. Los resultados de estos estudios sobre la autodisciplina del estudiante predijeron con exactitud sus calificaciones finales, asistencia a clase, puntajes de exámenes estandarizados e incluso la selección en un programa competitivo de escuela secundaria la primavera siguiente.

En la segunda ronda, se agregaron preguntas sobre hábitos de estudio y coeficiente de inteligencia. Los resultados fueron profundos e inequívocos. La autodisciplina representó más del doble de impacto que IQ en calificaciones, puntajes en las pruebas, selección de escuelas, asistencia escolar, horas dedicadas a la tarea, horas dedicadas a mirar televisión (inversamente) y la hora del día en que los estudiantes comenzaron a hacer la tarea.

En resumen, el rendimiento escolar tuvo mucho más que ver con la suave habilidad de la autodisciplina que el coeficiente de inteligencia del alumno.

Estos hallazgos ilustran una razón importante para que los estudiantes no alcancen su potencial intelectual: su incapacidad para ejercer la autodisciplina.

Lo sé. Lo sé. Probablemente estés pensando, "¡Duh!" ¿Verdad?

Al examinar las hipótesis validadas por estos investigadores, quedó claro que tanto los padres como los maestros deben ir más allá de la simple medición de las "habilidades duras" o el crecimiento intelectual si esperamos que nuestros alumnos emerjan como adultos sanos. Las hipótesis fueron:

  • La autodisciplina en el otoño predecirá el rendimiento académico en la primavera.
  • La autodisciplina explicará una variación más académica que IQ
  • La autodisciplina predecirá el GPA final, controlando el cociente intelectual y el GPA del primer período de calificaciones.
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No hay nada más común que encontrar estudiantes que están cargados de potencial, intelectual o atléticamente, pero que terminan severamente bajo rendimiento. Entonces, ¿cómo cultivamos la fuerza de voluntad y la autodisciplina en ellos?

No conozco ninguna "varita mágica" para construir la fuerza de voluntad. Sin embargo, como he trabajado con estudiantes universitarios a lo largo de las décadas, he elegido gamificar el desarrollo de la autodisciplina de esta manera:

1. Hazlo si lo odias.

Hace años, enseñaba a estudiantes universitarios y decidimos crear autodisciplina en nuestras rutinas. Una competencia que elegimos fue: "Hazlo si lo odias". Todos elegimos una actividad que aborrecíamos por completo (como limpiar la habitación del dormitorio, sacar la basura, leer un libro de texto, etc.) y lo convertimos en un diario acto. Descubrimos que cuando hicimos esto, no solo se volvió divertido, sino que aprovechamos nuestras disposiciones perezosas. El concurso se convirtió en una ayuda para volverse más autocontrolado y mejorar nuestra fuerza de voluntad. Cada uno de nosotros se fortaleció en nuestra autodisciplina, realizando la misma actividad de la que naturalmente huimos en el pasado. Nuestro músculo de "fuerza de voluntad" también se hizo más fuerte.

2. La rendición de cuentas construye resiliencia.

Otra lección que aprendimos fue el poder del apoyo emocional. Cada uno de nosotros se emparejó con un "amigo" para rendir cuentas. Cada pareja era consciente de los objetivos de disciplina que el otro se había fijado para sí mismo. Si bien la rendición de cuentas fue amistosa, saber que nos preguntarían sobre nuestros hábitos nos permitió cumplir mejor con nuestros estándares. Otra lección que aprendimos fue la siguiente: todos los socios se emparejaron con alguien que podía leer sus declaraciones "BS". En resumen, podían leer si su contraparte mentía o exageraba. Esto produjo resultados. Lo he dicho antes: todos lo hacemos mejor cuando somos observados, y todos lo hacemos mejor cuando nos sentimos alentados.

3. Hable sobre las tarjetas de informe de carrera.

Tengo pocas dudas de que todos descubran la "boleta de calificaciones" para cada estación de vida en la que se encuentren. Los estudiantes saben que su boleta de calificaciones se trata de exámenes y calificaciones. Desafortunadamente, aprenden lo suficiente para aprobar, pero a menudo no se dan cuenta de que una vez que se gradúan, su empleador tiene una tarjeta de puntuación diferente. Se trata de comunicación, trabajo en equipo, venta, ganancias y pérdidas e inteligencia emocional. Creo que los educadores y los padres deben comenzar temprano para hablar sobre las diferencias entre las boletas de calificaciones escolares y las boletas de calificaciones de la vida. Tenga cuidado: el objetivo no es desinsular a los niños para que se desempeñen en la escuela. Solo necesitan comenzar a desarrollar habilidades blandas que su futuro supervisor esperará que tengan en la edad adulta.

4. Aproveche su imaginación.

Intente visualizar lo que desea y luego relájese y permita que su cerebro descanse. Como dije, nuestros cerebros funcionan como un músculo. Si haces ejercicio de forma constante, desarrollarás masa muscular. Pero si trabajas demasiadas veces al día, dañarás tus músculos. Llamamos a esta práctica "representantes y descanso". Debemos trabajar nuestra fuerza de voluntad y luego descansarla con otro acto. Podemos hacer lo mismo para mantener a raya las tentaciones no deseadas. El autor del siglo XIX Fyodor Dostoyevsky escribió: "Trata de posar para ti esta tarea: no pensar en un oso polar, y verás que esa cosa maldita se te ocurrirá en cada minuto". Entonces, ¿cómo derrotas esta realidad? Intente sustituirlo pensando en un oso negro o un oso pardo.

Finalmente, ayude a los alumnos a reconocer que deben cultivar la fuerza de voluntad paso a paso. ¿Cuál es la frase? "Te comes un elefante de un bocado a la vez". Ayúdalos a celebrar victorias menores en el camino hacia la autodisciplina. Luego, mire cómo suben sus calificaciones.