9 estrategias para gestionar un revés personal

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Fuente: Zivica Kerkez / Shutterstock

En varias publicaciones anteriores, escribí sobre el establecimiento de objetivos de recuperación personal, el desarrollo de un plan exitoso y la puesta en práctica de su plan. A veces, este proceso transcurre sin problemas, pero la mayoría de las veces, se encontrará con desafíos u obstáculos importantes en el camino.

Aquí hay un gran ejemplo de la historia estadounidense. En 1858, Abraham Lincoln y Stephen Douglas corrieron uno contra el otro para el Senado de los Estados Unidos. La campaña fue duramente reñida, y después de varios debates difíciles y una votación muy cerrada, Douglas ganó. Lincoln recordó más tarde:

"Recuerdo, la tarde del día de 1858, que decidió el concurso para el Senado entre el Sr. Douglas y yo, era algo como esto, oscuro, lluvioso y sombrío. Había estado leyendo los resultados y había comprobado que habíamos perdido la Legislatura y empezado a irnos a casa. El camino había sido desgastado y estaba resbaladizo. Mi pie se deslizó debajo de mí, golpeando al otro fuera del camino, pero me recuperé y encendí la escuadra, y me dije: 'Es un resbalón y no una caída' ".

Lincoln tenía razón, ya que su "deslizamiento", su derrota ante Douglas, fue solo un revés temporal. Dos años más tarde, se convirtió en nuestro decimosexto presidente.

¿Cuántas veces ha trabajado muy duro para lograr un objetivo personal solo para encontrarse derrotado o sin esperanza, porque su plan se descarriló tras un revés significativo?

Aquí hay 9 estrategias para ayudarlo a manejar un revés personal y retomar el camino hacia el logro de su objetivo:

1. Date cuenta de que es normal.

Menos del 20 por ciento de las personas logran su objetivo con éxito la primera vez. Es normal y se espera que ocurran contratiempos. En otras palabras, no es si un desafío sucederá, sino cuándo . Sabiendo esto, es importante anticipar que la tarea principal será cómo manejar efectivamente el retroceso cuando surja.

2. No lo niegues.

A veces es difícil reconocer un revés. El problema puede ser que te mire directamente a la cara, pero puedes negar que haya alguna causa de alarma. Los amigos o familiares expresarán sus inquietudes, pero es posible que aún no lo acepte. Esta incapacidad para reconocer el problema no significa que seas estúpido. Es solo que la negación puede nublar u oscurecer su conciencia del problema, incluso cuando puede ser claro para los demás. Es importante ser abierto y receptivo a los comentarios honestos de aquellos que se preocupan por ti.

3. No te rindas.

Solo porque tu plan se haya desviado no te convierte en una mala persona. Aunque es posible que haya tomado una mala decisión o se haya involucrado en un comportamiento no saludable, no sirve malarse a sí mismo y decir cuán inútil, inadecuado o indefenso es usted. Esto solo empeorará las cosas y hará que sea más improbable que tome medidas productivas para recuperar el control.

4. Acepta la responsabilidad.

Acepte la responsabilidad de sus elecciones y comportamiento, y reconozca que algunas de estas decisiones pueden haberlo desviado involuntariamente. Aunque otros puedan haber tenido un papel en tus dificultades, no busques a alguien a quien culpar por tu desgracia. Esto lo inmovilizará, porque no se ha responsabilizado del problema y no está intentando lidiar activamente con el retroceso.

5. Llame para obtener ayuda.

La manera más rápida de volver al buen camino es llamar a alguien en su sistema de soporte y pedir ayuda. Olvida tu orgullo y confiesa que estás teniendo dificultades. Pida ayuda inmediata, ya sea que el problema sea pequeño o grande. Con la ayuda de sus seguidores, regrese a un entorno seguro y seguro donde se minimiza el riesgo de nuevas dificultades. Luego recógete y comienza a reagruparse.

6. Saber que no durará para siempre.

Asegúrate de que este revés no durará para siempre. A veces puede llevar semanas o incluso meses hasta que finalmente tome medidas nuevamente para trabajar en el problema. Pero no hay razón para esperar tanto antes de comenzar a lidiar con el problema. Cuanto más tiempo se demore, más daño o incomodidad tendrá. A menudo he desafiado a las personas a luchar por un "revés de 20 minutos", lo que significa que puedes pedir ayuda, llegar a un lugar seguro y comenzar a manejar el comportamiento problemático en aproximadamente 20 minutos en muchas situaciones.

7. Analiza lo que sucedió.

Después de volver a conectar con un seguidor en un entorno seguro, deténgase y analice qué salió mal. Los desencadenantes más comunes de un revés son la angustia personal, el exceso de confianza y las habilidades de afrontamiento pobres. Eche un vistazo a lo que sucedió, dónde estaba, con quién estaba, qué estaba pensando y sintiendo, y cualquier otro factor que pudo haber contribuido al revés.

8. Aprende de eso.

Aprenda de su análisis del contratiempo y ajuste su plan para tratar de evitar que sucedan circunstancias similares la próxima vez. Cada vez que ajusta su plan y lo pone en acción nuevamente, en realidad mejora sus probabilidades de éxito eventual. Esto se debe a que aprendes de cada paso en falso, y tu plan puede volverse más efectivo con cada intento posterior. Estas son las buenas noticias, o "el lado bueno", de un revés. No quiere pasar por una, pero al final puede ayudarlo a alcanzar su objetivo final.

9. Recuerda: un resbalón no es una caída.

Al igual que Lincoln se recuperó de su "error" y pasó a tener éxito como uno de nuestros presidentes más venerados, recuerde que su revés no lo llevará todo el camino de regreso a la primera plaza. No ha perdido todo el conocimiento, las habilidades y el apoyo que tenía mientras trabajaba activamente en su plan. Después de ajustar y reiniciar, aún puede recurrir a estos recursos para comenzar a avanzar nuevamente hacia el éxito.

Copyright David Susman 2017