Administrar su mentalidad para administrar a su niño desafiante

Las siguientes son claves para una mentalidad saludable para la gestión de niños desafiantes. Como padre de tres hijos y psicólogo de más de veinte años, he encontrado que estas formas de pensar son valiosas para ayudar a los niños desafiantes. Recuerde, sobre todo, que su propia autodisciplina es la mejor disciplina para ayudar a su niño desafiante.

• Los niños y adolescentes desafiantes se consideran iguales a los adultos. Esto los lleva a expectativas poco realistas y conflictos inevitables con padres y maestros.

• Cuando los sentimientos de un niño desafiante no son validados, esto desencadena la frustración, la ira y el resentimiento. Si bien esto ocurre hasta cierto punto en todos los niños, los niños desafiantes tienen menos tolerancia por sentirse incomprendido por sus padres.

• Aprender a escuchar y comprender verdaderamente a un niño o adolescente desafiante es clave para reducir su desafío.

• Para los padres, entender a los niños desafiantes (y discutiblemente a todos los niños) es tan importante, si no más importante, que amarlos.

• Gritar es contraproducente y puede convertirse fácilmente en una espiral descendente. Gritar a sí mismo es una pérdida de control emocional, independientemente del mensaje intencional subyacente. Gritar enseña a niños desafiantes a liberar sus emociones en arrebatos similares.

• Cuando los padres aprenden el arte de estar tranquilos, firmes y sin control, es muy probable que minimicen las luchas de poder. Mantenerse calmado, firme y sin control es crucial para los padres cuando se trata de un niño desafiante.

• La razón por la cual ser calmado, firme y no controlar es tan efectivo es que ayuda a los padres a controlar sus emociones. Estar tranquilo y firme mantiene a los padres fieles a la integridad de sus mensajes sin ahogarlos en emociones negativas. Ser no controlador ayuda a eludir la reactividad emocional problemática de niños y adolescentes desafiantes (y padres). Cuando un padre evita que sus emociones se intensifiquen, el niño desafiante ve que su comportamiento negativo no le ha dado el resultado negativo deseado. Esto deja a padres e hijos involucrados en un proceso de comunicación constructivo vs. destructivo.

• El refuerzo positivo no solo es bueno para motivar a los niños desafiantes y alentar el buen comportamiento, sino que también les ayuda a ver sus propios comportamientos positivos. Refuerzos positivos incluyen: validaciones, aliento, elogios y recompensas aleatorias. Estos transmiten la sensación de empoderamiento realista y saludable.

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Fuente: 10 días para un niño menos desafiante por Jeffrey Bernstein, Ph.D. Perseus Books, 2006