Biología del cuidado

La neurociencia ha hecho mucho para ayudarnos a comprender lo que ocurre en el cerebro del adicto, y ahora también nos ofrece una mejor comprensión de lo que ocurre para los miembros de la familia, específicamente en lo que se refiere al comportamiento habilitante. El cerebro está conectado para reaccionar con empatía a alguien con dolor a fin de advertir a los demás del peligro y obtener ayuda. Las exploraciones de MRI funcionales muestran que al observar a alguien someterse a una descarga eléctrica, el cerebro del observador se ilumina en las mismas áreas en las que se enciende el cerebro de la persona en dolor. (Bufalari, Ilaria y otros (2007) Empathy for Pain and Touch in the Corteza somatosensorial humana. Corteza cerebral 17: 2553-2561)

Uno no tiene que ser testigo de la experiencia dolorosa para que el cerebro reaccione, simplemente ver a una persona actuar como si tuviera dolor hace que el cerebro se encienda. Cuando la persona que sufre es un miembro de la familia, la reacción a su dolor es exponencialmente más fuerte.

En otro estudio, cuando los investigadores aplicaron descargas eléctricas a personas con dolor crónico, descubrieron que, en presencia de un cónyuge solícito, los niveles de dolor y la actividad cerebral aumentaban sustancialmente. Este estudio sugiere que aunque bien intencionado, cuando hay una persona a cargo, el dolor se refuerza. (Flor, Herta y otros (2002) Acondicionamiento: Aprender que el dolor puede ser recompensado. Presentado en la Reunión Anual de la Sociedad de Neurociencia, Orlando , FL, del 2 al 7 de noviembre de 2002)

Las lecciones para los miembros de la familia son:
 Usted está sufriendo al presenciar el sufrimiento de su familiar, pero su actitud preocupada y cariñosa le causa más dolor a la persona que desea ayudar.

 Esta investigación implica que las conexiones familiares bien pueden ser la base biológica para permitir a un ser querido en el dolor crónico.

 Las implicaciones del tratamiento implican desarrollar un sentido de equilibrio a pesar de la experiencia de dolor de otra persona.