Convierta a sus hijos en un equipo: Realice reuniones familiares

Para ayudar a su familia joven a aprender a ser un equipo, organice reuniones familiares. Las reuniones familiares permiten que todos hablen sobre los problemas antes de que lleguen a una crisis. También pueden ayudar a los hermanos a manejar desacuerdos y aprender una variedad de habilidades, tales como la forma de negociar, comprometerse y discutir de una manera constructiva. Además, los hermanos y hermanas pueden aprender a apreciar la perspectiva de los demás y a determinar su propio valor. Los padres que moderan una reunión familiar pueden enseñar a los hermanos cómo controlar los impulsos agresivos, así como el comportamiento inadecuado.

El objetivo de una reunión familiar es dar a todos una voz en asuntos relacionados con la familia, así como establecer metas para la familia y ayudar a planificar cambios en las reglas y rutinas de la familia. Las reuniones familiares se pueden usar para resolver problemas y también para planificar actividades familiares, como un viaje o unas vacaciones, o una venta de garaje donde todos los niños ganarán dinero con la venta de artículos no deseados. Las reuniones están destinadas a construir y apoyar a la familia como un todo, así como a cada niño en particular. Las reuniones familiares brindan a todos los hermanos la oportunidad de ser escuchados y de que se respeten sus opiniones, una buena forma de aumentar la autoestima de cada niño. Las reuniones familiares también ayudan a abrir líneas de comunicación y permiten a los hermanos resolver problemas en grupo: una gran habilidad para los hermanos a medida que envejecen.

Puede descubrir, a través de reuniones familiares, que su familia ha estado operando bajo reglas no escritas, como reglas de género (niños favorecidos sobre niñas o viceversa), reglas favoritas (un niño favorecido sobre otro) o reglas que implican que los niños necesitan competir por el amor de los padres. Estas reglas son siempre silenciosas pero pueden ser mortales. A través de reuniones familiares, estas reglas no escritas pueden ser reveladas. En Mom Loves You Best: Perdonar y forjar la relación entre hermanos, tenemos un capítulo llamado "Romper las reglas" que trata sobre estas reglas no declaradas y cómo descubrirlas.

Una reunión familiar brinda a los niños un foro seguro en el que expresar sus sentimientos sobre el tratamiento que consideran injusto. Al hacer explícitas las reglas previamente no declaradas, las corrientes ocultas de rivalidad y resentimiento se pueden eliminar, dando a los hermanos menos razones para luchar, lastimarse o sufrir heridas entre hermanos a largo plazo por sobre las reglas tácitas.

Los padres deben iniciar la reunión familiar y ser los moderadores, establecer pautas y reglas para garantizar que todos sean escuchados. Es importante como mediador parental ser imparcial durante toda la reunión familiar. Si surgen diferencias, permita que los hermanos lo resuelvan a través de intercambios "Go Around", en los que todos expresan una opinión por turno. Una técnica eficaz para dar la vuelta, es pedirle a cada hermano que hable sobre lo que es bueno en la familia y lo que es difícil, una técnica que puede hacer surgir la lucha entre los hermanos. Pero en un entorno en el que un padre está mediando, se alienta a los hermanos y hermanastros a hablar abiertamente, mientras que a otros se les anima a escuchar, discutir y resolver sus problemas. Para garantizar que los argumentos no se salgan de control, debe permitir que los miembros de la familia expresen sus sentimientos, pero ejercer el control suficiente para permitir que se entable el diálogo y que se debatan soluciones.

La familia como equipo puede decidir cuándo y dónde celebrar las reuniones. Con las familias jóvenes, las reuniones son más efectivas si son cortas, alrededor de quince minutos. Puede crear una agenda y enviarla por correo electrónico a los niños mayores; de lo contrario, puede leer la agenda en la reunión o publicarla en algún lugar de la casa. También puede hacer que alguien en la reunión tome los minutos, ya sea a mano o en una computadora portátil u otro dispositivo. Después de la reunión, la persona que tomó los minutos puede enviarlos por correo electrónico a todos los miembros de la familia. Los minutos deben incluir las decisiones o nuevas reglas hechas en la reunión. Esta es una forma divertida tanto para que los niños participen como para que utilicen la tecnología que aman. También puede publicar minutos en algún lugar donde todos los miembros de la familia puedan verlos.

El hábito de las reuniones familiares ayudará a sus hijos e hijas a mantener un foro que puedan usar por el resto de sus vidas. A medida que los padres necesitan cuidado y asistencia a medida que envejecen, las reuniones familiares son una de las mejores herramientas para que los hermanos se reúnan y deleguen tareas mientras deciden qué hacer. Si usted, como padre, crea este hábito cuando es pequeño, no solo le está enseñando cómo la familia resuelve las disputas, sino cómo pueden planificar y delegar en el futuro. Además, al haber aprendido a resolver problemas dentro de la familia, sus hijos serán modelos para sus propios hijos, sus nietos del futuro.