¿Cuánto duermen los niños?

Una revisión reciente proporciona una respuesta

Pixabay Free Images

Fuente: Pixabay gratis Images

¿Cuánto sueño necesitan los niños y adolescentes? O para formular la pregunta más específicamente, ¿cuánto necesitan para una salud y rendimiento óptimos? Esa pregunta general a menudo es pedida a los pediatras por los padres, y la comunidad investigadora del sueño ha intentado responder la pregunta. Por lo general, se considera que la necesidad es la duración del sueño, en horas por noche. Varias organizaciones prominentes han publicado pautas para la duración óptima en diferentes edades, incluida la National Sleep Foundation y la Academia Estadounidense de Pediatría.

Una pregunta relacionada es ¿cuánto duermen los niños? Es relativamente fácil responder la pregunta para niños individuales, pero sorprendentemente hay pocos datos sobre cuánto duermen los niños y adolescentes en diferentes grupos de edades. Existe un amplio consenso entre los investigadores del sueño y el público de que los niños (especialmente los adolescentes) no están durmiendo lo suficiente, pero se sabe poco sobre la distancia entre la duración real y la ideal. ¿Cómo se obtiene dicha información? Preguntar a niños, adolescentes y padres es una forma, y ​​se han realizado encuestas bien elaboradas de muestras representativas a nivel nacional. La National Sleep Foundation ha realizado encuestas todos los años sobre temas relacionados con el sueño, y algunas han tratado sobre el sueño de niños y adolescentes (NSF, 2004; 2006). Pero el autoinforme (informe de los padres en la mayoría de los casos) a menudo carece de fiabilidad y validez. Si bien hay cierta evidencia de que el informe de los padres corresponde razonablemente bien a medidas más objetivas, ese es el caso solo cuando los padres guardan diarios detallados sobre el sueño de su hijo en lugar de simplemente contestar preguntas (Sadeh, 2008).

La medición del sueño por medios objetivos es posible con la polisomnografía, que requiere una visita nocturna a un hospital o clínica, pero tener un gran número de niños que no son sospechosos de tener un trastorno del sueño no es factible, y es cuestionable si uno la noche en un hospital es representativa. Las Actigraphs, pequeños dispositivos que se llevan en la muñeca, proporcionan estimaciones muy buenas de la duración del sueño y se han utilizado ampliamente en la investigación del sueño pediátrico. Cada vez más teléfonos inteligentes y otros dispositivos tienen funciones de seguimiento del sueño que pueden medir confiablemente la duración del sueño

Un estudio recientemente publicado en la revista Sleep, una publicación oficial de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, consiste en una revisión de estudios que utilizaron actígrafas para medir el sueño en niños en desarrollo típico que no tienen un trastorno del sueño. Galland y colegas (2018) realizaron una revisión sistemática para metanálisis de 79 estudios publicados de niños y adolescentes de 3 a 18 años.

La duración del sueño significa que para diferentes grupos de edad con rangos sugeridos por NSF son los siguientes:

Galland et al. estudiar los rangos recomendados NSF

3-5 años 9.68 horas 10-13 horas (3-5 años)

6-8 años 8.98 horas 9-11 h (6-13 años)

9-11 años 8.85 horas 9-11 h (6-13 años)

12-14 años 8.05 horas 9-11 horas (6-13 años)

15-18 años de edad 7.40 horas 8-10 horas (14-17 años de edad)

Estos datos proporcionan la mejor información disponible y deberían ser útiles para padres, pediatras e investigadores infantiles. Los niños de todas las edades duermen ligeramente por debajo del rango más bajo de recomendaciones. Para los grupos de mayor edad, Galland et al. (2018) encontraron que había diferencias significativas entre la noche escolar y el fin de semana de sueño con fin de semana de sueño casi una hora más (56 min), lo que sugiere que el sueño de fin de semana compensaba la deuda acumulada durante la semana escolar. Este resultado es particularmente importante porque si bien gran parte del enfoque se ha centrado en la duración del sueño, muchas investigaciones han relacionado la calidad del sueño y la regularidad de los horarios con importantes resultados cognitivos, emocionales y de salud.

Referencias

Galland et al. (2018) Sleep, 41 (4), 1 de abril de 2018, zsy017, https://doi.org/10.1093/sleep/zsy017

Fundación Nacional del Sueño (2004). https://sleepfoundation.org/sleep-polls-data/sleep-in-america-poll/2004-children-and-sleep

National Sleep Foundation (2006). https://sleepfoundation.org/sleep-polls-data/sleep-in-america-poll/2006-teens-and-sleep

Sadeh, A. (2008). Comentario: Comparar la actigrafía y el informe parental como medidas del sueño de los niños. Journal of Pediatric Psychology, 33 (4), 406-407.