Disfunción cerebral común a la esquizofrenia y el trastorno bipolar

Como se mencionó en una publicación anterior (Trastorno Bipolar y Esquizofrenia – Similar y Diferente, 3/5/13), la esquizofrenia y el trastorno bipolar tienen algunos síntomas superpuestos y anomalías cerebrales. Las personas con cualquiera de estos trastornos pueden experimentar síntomas psicóticos, como alucinaciones (como oír voces o ver visiones), ideas delirantes (creencias falsas) o diversas formas de trastorno del pensamiento caracterizadas por un habla difícil y difícil de entender. Hasta hace poco, las anomalías cerebrales responsables de los síntomas psicóticos no habían sido identificadas. No se sabe si las anormalidades cerebrales que subyacen a los síntomas psicóticos en la esquizofrenia son las mismas anomalías cerebrales que subyacen a la psicosis en el trastorno bipolar. Investigaciones recientes que examinan la función de las redes cerebrales están comenzando a arrojar luz sobre estas preguntas.

Una red cerebral es un grupo de regiones cerebrales interconectadas que trabajan en armonía para regular ciertas funciones, como el pensamiento (cognición), la emoción, la motivación y el comportamiento. Los científicos están caracterizando un número creciente de redes cerebrales con la esperanza de comprender mejor el comportamiento humano. Por ejemplo, una red llamada la red de relevancia emocional parece estar involucrada en la regulación de las respuestas emocionales. Esta red ha estado implicada en una enfermedad llamada demencial frontotemporal de variante conductual, donde el colapso de la red de relevancia emocional conduce a comportamientos marcadamente desinhibidos (crudos y vergonzosos) seguidos gradualmente por deterioro del habla, habilidades organizativas y, finalmente, la memoria.

La red predeterminada y la red de atención dorsal son otras dos redes cerebrales que se han identificado. Estas dos redes tienen roles muy diferentes. La red predeterminada está activa cuando estamos soñando despiertos, es decir, cuando no estamos pensando en nada en particular. En realidad, cuando soñamos despiertos, en realidad estamos explorando una variedad de pensamientos, recuerdos e ideas. Por lo tanto, la red predeterminada está involucrada en el pensamiento introspectivo de base amplia. En contraste, la red de atención dorsal nos ayuda a enfocarnos en realizar tareas específicas que requieren concentración y atención. Este sistema está impulsado por señales externas (fuera del cuerpo) en oposición a la red predeterminada, que responde en gran medida a señales internas. Cuando uno de estos dos sistemas está activo, el otro está mucho menos activo.

La red de control frontoparietal (FPCN) es otra red cerebral recientemente caracterizada. Tiene la función de coordinar la actividad relativa de la red predeterminada impulsada internamente y la red de atención dorsal externamente receptiva. A medida que una persona pasa de la introspección a concentrarse en una tarea específica, debe desconectarse del soñar despierto, que utiliza información interna, como memorias e imágenes almacenadas, y participar en la interpretación de eventos externos, lo que requiere centrarse en el entorno externo a través de sistemas sensoriales que involucran vista, sonido, etc. Este cambio de introspección a atención enfocada es facilitado por el FPCN.

¿Qué pasaría si el FPCN funcionara mal? ¿Es posible que la separación entre nuestro mundo interno y externo se vuelva borrosa? ¿Podría el mal funcionamiento de esta red provocar síntomas psicóticos como alucinaciones y delirios?

Un equipo de Harvard ha estado estudiando estas preguntas en una muestra de pacientes que padecen esquizofrenia o trastorno bipolar con psicosis. Los resultados de este estudio fueron publicados recientemente por Justin Baker y sus colegas en JAMA-Psychiatry. Mediante el uso de técnicas avanzadas de imágenes del cerebro, estos investigadores encontraron que los pacientes con estas dos enfermedades tienen anomalías marcadas en la función del FPCN. Además, los patrones de anomalías fueron similares en pacientes con esquizofrenia y pacientes con trastorno bipolar. Los investigadores sugieren que los síntomas psicóticos en ambos trastornos pueden implicar el mal funcionamiento de las mismas regiones del cerebro.

¿Cuándo comienza este desglose en el FPCN? Si este sistema comienza a funcionar mal antes de los síntomas clínicos, ¿puede usarse el examen de la integridad del FPCN para predecir si un individuo desarrollará síntomas psicóticos? ¿Por qué este sistema se descompone y podemos desarrollar tratamientos específicos para revertir los cambios estructurales o funcionales en las regiones cerebrales involucradas? ¿Hay diferencias en el mal funcionamiento del FPCN en pacientes con esquizofrenia frente a aquellos con trastorno bipolar?

Este trabajo tiene implicaciones clínicas profundas y habría sido imposible sin décadas de investigación previa en neurociencia que haya ayudado a definir y entender las redes cerebrales. Todo este trabajo dependió del desarrollo de técnicas avanzadas de imagen cerebral y los métodos cuantitativos necesarios para analizar la actividad de la red. Tales inversiones en investigación científica básica conducen a avances en nuestra comprensión y tratamiento de enfermedades. A largo plazo, esta inversión tiene el potencial de mejorar vidas y ahorrar dinero, con la esperanza de disminuir la discapacidad y la mortalidad asociadas con los trastornos psiquiátricos graves.

Esta columna fue escrita por Eugene Rubin MD, PhD y Charles Zorumski MD