Envidia y otoño: transiciones, infancia y edad avanzada

El otoño es la época del año en que el cambio es más evidente.

"Autumn," oil, 2015, F.J. Ninivaggi
Fuente: "Otoño", petróleo, 2015, FJ Ninivaggi

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El otoño es una época del año cíclica. Se produce la fruición de las plantas: frutas, verduras y flores. Caen ya sea por naturaleza o por personas. Los productos del mundo vegetal tienen colores sorprendentemente atractivos: amarillos, naranjas y rojos. Estos cambios también excitan las emociones. No solo se evocan sentimientos actuales, sino recuerdos del pasado.

Entonces, ¿cómo se relaciona esto con la transición a la vejez?

La experiencia de los sentimientos implícitos de envidia puede hervir debajo. Cognitivamente, la envidia está marcada por una marcada conciencia de los contrastes: presente ausente. Emocionalmente, la envidia trae sentimientos encontrados de atracción que incluyen la admiración y el deseo de tener. La envidia también desencadena angustia, disgusto e incluso deterioro, de modo que la discrepancia de la comparación y el no tener o la pérdida desaparecen.

"Estropear" aquí significa devaluar (negar, descartar, suprimir u oscurecer) lo que no se puede tener. Resulta en frustración y un estado subliminal de sentir una pérdida. La envidia como una actitud en el otoño también puede implicar el deseo de recuperar (por ejemplo, la primavera o el verano de la propia vida); en otras palabras, cosas pasadas, caídas.

Muchos han equiparado el otoño con la maduración y el declive relacionados con la edad avanzada. La conexión entre "comienzos" y "finales" tiene orígenes de desarrollo. Como mencioné en mi libro, Desarrollo Infantil Biológico: Perspectivas sobre Psicología y Crianza de los hijos , lo que sucede en la infancia y la niñez mantiene su continuidad genética hasta la edad adulta; nunca se pierde u olvida nada.

El estilo de manejar las emociones temprano en la vida influye en cómo se experimentan en la vida adulta: cómo afectan las trayectorias de los adultos sobre las relaciones, el trabajo y los resultados exitosos. Ese libro detalla las raíces más tempranas de los desarrollos observables de la vista, la mano y el brazo que muestran cómo emergen, se desarrollan y progresan el "apego y el dejar ir". Correlaciona lo físico con lo emocional, lo que llamo el "biomental".

Las cualidades "biológicas" son dos caras de una moneda. Se hacen algunas relaciones interesantes, y estas implicaciones psicológicas ofrecen información valiosa. La maduración saludable de la envidia es posible. Este potencial de transformación es relevante para recordar, ya que tiene el potencial de liberar a uno para enfrentar una serie de cambios mentales: sentir emociones de pérdida y no posesión, aceptar la aceptación en lugar del resentimiento y luego seguir adelante.

El otoño puede convertirse en un tiempo de reflexión, reevaluación y avance. A menudo, las tardes de otoño tienen un tono agradable y equilibrado. La luz solar suave, incluso la temperatura y la quietud silenciosa se vuelven favorables a la reflexión sobre la vida, la vida de uno y lo que significa, tanto individual como interpersonalmente.

Hacer un balance de la propia vida, la empatía por el cambio y la esperanza de mejora ofrecen incentivos para un mejor autodesarrollo.

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twitter: @ constantine123A

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